SANTIAGO.- Las características del personaje no ofrecían demasiados salvavidas visuales a los cuales recurrir. No usaba pistolas ni sables, no andaba a caballo ni participó de batallas. Diego Portales fue simplemente un político. Brillante para algunos, tirano para otros. Pero un político al fin.
El desafío, entonces, no era menor para Rodrigo Sepúlveda ("Padre nuestro"), el director tras "Portales: La fuerza de los hechos", la cinta que lleva a la pantalla la vida del ex ministro para la serie "Héroes" de Canal 13. "Ésta es la primera en que debíamos entrar en los salones de la República", dice.
Sin embargo, lo resolvió apelando a aspectos de la personalidad de Portales y a sus historias personal y pública, las que consideró contradictorias. "Él tenía un discurso público fuerte, autoritario, de mucho orden, y en su vida privada es una persona con muchas fisuras. Eso lo hacía muy atractivo", explica el realizador del capítulo que Canal 13 exhibirá este domingo a las 22:00 horas.
-El juicio histórico ha instalado a Portales como una especie de organizador de la República, que instala los cimientos de lo que luego se construyó, ¿rescatas esa parte?
-Nos reunimos con seis historiadores y todas las visiones eran distintas. (Sergio) Villalobos habla del terrible hombre de los hechos, (Gabriel) Salazar dice que es el que instala el autoritarismo en Chile, (Roberto) Hernández dice que no había otra posibilidad en ese minuto más que ordenar. Uno de los primeros edictos de Portales es prohibir las damajuanas y las guitarras en las oficinas públicas. De ese país estamos hablando. Siempre se discutirá si fue un dictador o no, y eso está en la película.
-¿Y la cinta toma una postura o instala la discusión otra vez?
-Yo creo que la discusión queda abierta. Portales nunca se va a resolver, siempre quedará abierta la pregunta de quién fue y si le hizo un gran bien a este país o no. Lo que llama la atención es cómo muere, la violencia, porque no sólo es fusilado, sino que después se le entierran 37 bayonetazos.
-¿Tienes asumido que el lunes estarán los historiadores y los institutos respectivos reclamando porque la película fue de una forma y no de otra?
-Es probable, pero lo que nosotros hicimos fue tomar el camino de meternos en el interior de Diego Portales, contar cosas que no sabíamos y que obviamente lo afectaron en su vida personal. Tratamos de mostrarlo en forma bastante tridimensional: lo vemos sufrir, gozar, mandar y morir. Es sumamente atractivo lo que pasa en esta mirada de él.
-¿Qué te parecen las discusiones que han generado los capítulos anteriores de "Héroes"?
-Por un lado, nos damos cuenta de lo joven que es este país por cómo se han levantado polémicas que apenas tienen 200 años. Pero me parece fantástico, bueno, sano, nos hace bien. De eso se trata. Con estas películas nadie va a aprender mucho de historia, pero la idea es que nos sintamos motivados a saber más.