"La cumbia unifica"

En los meses recién pasados ha tocado en festivales y escenarios de ciudades tan diversas como Toronto (Canadá), Nueva York (EE.UU.) o Borlange (Suecia), al punto de que su último destino se vio casi exótico en su agenda: Joe Vasconcellos tocó en Santiago de Chile. En el capitalino Teatro Oriente, el cantante presentaró hace unos días un adelanto de su próximo disco, ya difundido por la canción "Cumbia poder", y la reedición de todos sus álbumes previos.

Además la fecha cayó en el Día Nacional de Brasil, apunta el cantante, que vivió buena parte de su carrera en ese país durante los años '80. "Es una coincidencia agradable. Había tres fechas (disponibles) y una era el 7 de septiembre. ¿A quién se la damos? Al Vasconcellos, pues", sonríe en tercera persona. "Vamos a hacer un repertorio con algunos clasicones que nos gusta tocar, de Gil y Caetano, Vinicius y Ary Barroso. Y naturalmente el show va a tender a irse para esos lados".

No es muy distinto a la experiencia que Vasconcellos trae de sus actuaciones en los reciente festivales Master of World Music en Canadá (6 de junio), Peace and Love en Suecia (29 de junio) y JP Morgan Chase Latino Cultural Festival en EE.UU. (27 de julio). "Cuando empiezas a tocar samba, o tiras una cumbia rápido o sigues en el samba, porque la gente quiere bailar", dice. "Hay dos ritmos latinoamericanos que mueven a bailar sin tapujos. Uno es la cumbia. Otro es el samba".

-¿Ahora elegiste la cumbia, con "Cumbia poder"?
-Venimos sintiendo la reacción del público en estos viajes, y con la mayoría del público latino, sea hondureño, peruano, argentino, chileno, cuando suena una cumbia se produce un Upa, con permiso que aquí llegaron los latinos, ahora bailamos nosotros. Y cada mono lo baila a su manera. Los mexicanos le ponen la quebradita, los colombianos más suavecito, los chilenos con la corbata en la cabeza.

"Cumbia poder que alimenta / Dando energía en mi ser /  Para que pueda crecer / El sentimiento que tú representas", es un puñado de versos de esa canción. "Ahí está: eso es", dice el autor. "La cumbia trae ese mensaje subliminal de unidad de todos los latinos. La cumbia unifica. Y es puro corazón. Tiene eso de mimetizarse en todos los lugares, porque es la mezcla perfecta de lo africano con lo indio".

-¿Qué diferencia tiene con "Las seis", una cumbia que grabaste en 1995?
-"Las seis" nació como un homenaje a nuestras orquestas de cumbia chilena, desde la Huambaly hasta Tommy Rey o La Sonora Palacios. Yo en la época de Congreso (el grupo chileno del que Vasconcellos fue cantante entre 1979 y 1982) trabajé en el Casino de Viña y todas las fiestas, por muy cuicas que fueran, por muy peloláis que fueran, terminaban en cumbia. Había este doble estándar de la gente de que Oh, la cumbia es de rotos, pero eso ya se ha superado. Y "Las seis" es un homenaje a los tatas. En cambio "Cumbia poder" ya viene de vuelta. Es el fin de una etapa y el comienzo de otra.

Esa canción es además el primer adelanto de Destino, el disco que Joe Vasconcellos tiene previsto editar en octubre, grabado entre Chile y España. "Es bacán que un noveno disco siga siendo un desafío. Me siento en la misma posición de rocanrol de los inicios, y hacer un recital como éste es seguir apostando. Estoy nervioso, no creas que no. Estoy más nervioso que cuando tuve que tocar en Nueva York".

-¿Porque han pasado años sin tocar en Santiago?
-Han pasado años. He tocado en Chile pero no en Santiago, y es un poco de julepe.

-¿El concierto tiene que ver con la reedición de tus discos? ¿Escuchas los discos de Joe Vasconcellos?
-O sea, para mí escucharlos de nuevo es una sorpresa. Me acuerdo de cada instante, hay pedazos de mi vida. Es un legado: esto es lo que he hecho. No me preguntes qué va a pasar en el futuro con el disco como fetiche, con cajita, con carátula: no sé cuánto le queda. Por eso siento que es ahora o nunca. Y por mientras se trata de no parar de estar metido en la red buscando maneras de llegar a la gente.

Disco a disco: Vasconcellos por sí mismo

Joe Vasconcellos en tour es la caja de ocho volúmenes con la discografía del cantante, incluida la música de la película Taxi para 3 (2001). Estos son los títulos, comentados por el autor.

Esto es sólo una canción (1989), grabado en Brasil antes de su retorno definitivo a Chile. "Es el llamado del regreso a un no sé dónde que se llamaba Chile. Es el disco más chileno que he tenido, y lo grabé en Brasil. Pero me tuve que empapar de Chile para entregar a músicos que no eran chilenos el sentimiento que tenía que tener".

Verde cerca (1992), su primer disco como solista hecho en Chile. Contiene la versión original del éxito "Huellas". "Para mí escucharlo es un jolgorio. Fue hecho con ayuda de muchos amigos, como siempre. Nos decían 'Loco, hay estudio (de grabación) de dos a cinco', y era de dos a cinco de la mañana, claro, a aprovechar esa hora".

Toque (1995), su primer impacto a gran escala, grabado con el productor argentino Guido Nisenson. Contiene los éxitos "Sólo por esta noche", "Mágico", "Sed de gol" y "Las seis". "Fue el primer disco con sello, con productor. Y fue jodido cuando el productor decía 'Hagámoslo de esta otra manera, así no me suena', cuando llevábamos cinco años tocándolo y funcionaba. Había mucha pelea con eso. Pero después está el resultado y nos hicimos muy amigos (con Nisenson). Ahora Destino lo hicimos juntos".

Transformación (1997), grabado entre Chile y Argentina, contiene los éxitos "Preemergencia" y "La funa". "Me evoca mucho viaje, mucho trabajo, aeropuertos. Y esa necesidad de hablar cosas un poco más serias. Igual, siempre como hijo de la metáfora, me costaba mucho mandar al diablo a alguien directamente. Pero ahí había un intento de que las canciones generaran instancias de discusión".

Vivo (1999), el furor Vasconcellos a escala nacional. Contiene los éxitos "La joya del pacífico", nuevas versiones de "Ciudad traicionera" e "Induce" y la resurrección de "Hijo del sol luminoso". "Toque y Transformación eran discos a los que les costó llegar a la gente. El Vivo fue un fenómeno. Yo sabía que tenía que ser un disco en vivo, porque todo lo que había pasado antes, esa relación con el público, tenía que quedar documentado. Y era el mejor momento".

En paz (2003), su regreso tras su disputa legal con el sello EMI, hoy resuelta. Producido por Christian Gálvez, con invitados como Francisco Sazo y Los Llaneros de la Frontera. "Es un disco bastante más pa'dentro, intimista. Necesitaba el apoyo de mis amigos, necesitaba invitarlos a mi fiesta en la cual yo estaba chiquitito, humilde, muy en paz conmigo mismo. Pude dedicar canciones a seres entrañables, hablé de mis amores, de mis afectos. Fue ver cómo carajo exorcizar esos momentos, cómo la música es capaz de transformar en belleza momentos que pueden ser muy fuleros".

Banzai (2005), el más reciente a la fecha, reeditado en 2006 en España. Contiene las canciones "Puro sentimiento" y "Los peces no gritan". "En paz es como el hermanito tierno, y Banzai es el hermanito más guerrero, es otra cosa, venía con mucha más base. Era 'Es esto, es esto y esto'. No hay sombra ahí. Es un disco potente, grueso".