SANTIAGO.- Podría ser algo así como el "lado B" de la chilenidad. Acá no hay chicha ni empanadas, no hay volantines ni cuecas. Sí hay pequeñas historias, personajes, logros y, por cierto, fracasos.
Este viernes llega a librerías "Dios es Chileno" ($7.900), diez crónicas escritas por periodistas y escritores que buscan armar una idea tendenciosa de Chile y su identidad, sin recurrir a batallas heroicas ni prohombres. Sí abundan los antihéroes y los chascarros.
De este modo, figuran historias como la escrita por el periodista Gazi Jalil sobre el submarino FLACH, el primero de Sudamérica, inventado y fabricado en Valparaíso, símbolo de aspiraciones y logros que terminaría en el fondo del mar en su mismísimo viaje inaugural.
O el de la mítica marcha triunfal de Manuel Plaza en los Juegos Olímpicos de Amsterdam, en 1928, pero que concluiría con el maratonista perdido poco antes de llegar a la meta, extravío que narra la escritora Alejandra Costamagna.
Otras no incluyen grandes aspiraciones. El periodista Luis Miranda Valderrama decidió ir en busca de un completo anónimo, pero que inmortalizó su rostro en uno de nuestros pocos momentos de gloria colectiva, como fue la obtención de la Copa Libertadores en 1991, por parte de Colo Colo. Ese día, con el equipo ya en la cancha dispuesto para la foto de rigor, un niño atravesó la cancha para posarse horizontal bajo los jugadores, justo antes de que los flashes dispararan. Se pregunta el periodista, ¿qué será de él, casi 20 años después? Y lo averigua.
Todas historias que reúne Editorial Planeta, con una nómina de autores que completan Juan Pablo Meneses, Andrea Lagos, Álvaro Bisama, Patricio Jara, Marco Antonio de la Parra, Werne Núñez e, incluso un foráneo: el peruano Daniel Titinger, quien ahonda en la "guerra fría" del pisco.