El cineasta Manoel de Oliveira, de 98 años, sigue vigente en Venecia.
Reuters
VENECIA.- El maestro del cine portugués y decano de directores, Manoel de Oliveira, de 98 años, dio una nueva muestra de vigor con su última obra, "Cristovão Colombo-O enigma", con la que ha llevado su tesis de que Colón era luso a la mismísima Italia, país que defiende con uñas y dientes ser la patria del almirante.
"La respuesta a por qué he hecho esta película es muy sencilla: porque soy portugués y quiero defender esa idea" de que el descubridor de América también lo era, explicó el venerable De Oliveira en la rueda de prensa de presentación del filme proyectado hoy para el público general en el festival.
Exhibido en la 64ª Mostra de cine, en la sección fuera de competición Maestros Venecianos, "Cristovão Colombo-O enigma" se basa en un libro de Manoel Luciano da Silva y su esposa, Silvia Jorge da Silva, en el que se adopta la teoría de que Colón nació en Cuba, una villa de la región lusa del Alentejo.
El libro también sostiene que el nombre del navegante era un pseudónimo de Salvador Fernandes Zarco, hijo natural del duque de Beja e Isabel Gonçalves Zarco, teoría incompatible tanto con la de que Colón era genovés, como defiende Italia a capa y espada, como con la de que era español, que también tiene sus incondicionales.
La importancia histórica del marino fallecido en la española Valladolid en 1506 "no depende de su origen", pero "todo el mundo está interesado en apropiarse sus logros", recalcó De Oliveira. "Para los italianos es italiano, para los españoles, español, y para mí, es portugués", resumió.
Como pruebas, sin embargo, reconoce que de momento la más sólida es la coincidencia de nombres entre las dos Cubas. "Estoy convencido de que cuando llegó a la isla antillana le dio el nombre de su lugar de origen, por eso tenemos dos Cubas, la del Alentejo y la de Fidel Castro", insistió.
Esa convicción le llevó a implicarse muy personalmente en "Cristovão Colombo-O enigma", hasta el punto de coprotagonizar la película con su esposa, Isabel, junto a la cual interpreta al matrimonio autor del libro en el que se basa.
"Yo no quería hacer ese papel, pero la necesidad obliga. Creo que no lo hice tan bien como debía, pero hice lo que pude", dijo con sencillez la esposa de De Oliveira.
El filme combina en sus 70 minutos el aporte de datos documentales con la reconstrucción histórica, a cargo de actores, de la emigración lusa a América y la pasión juvenil de los Da Silva por el origen de Colón.
En esas partes es donde más se deja de notar la "necesidad" a la que hacía alusión Isabel de Oliveira en sus palabras, pues el situar la acción en la Lisboa y la Nueva York de 1947 obligó al director a ocultar ambas ciudades, más que a mostrarlas.
"Fue difícil de rodar, porque teníamos muy poco presupuesto. Esta película es un milagro", reconoció De Oliveira, quien se quejó de que "hacer cine independiente cada vez es más difícil".
Para ahorrar presupuesto, el infatigable director, que sigue rodando al menos un filme por año y en el 2006 estuvo presente en Venecia con "Belle toujours", rodó en vídeo de alta definición, al igual que en su anterior "Espelho magico". Ese ahorro permitió, en la parte ambientada en la actualidad en la que actúa junto a su esposa, filmar en Estados Unidos y Porto Santo, en Madeira, donde hay una casa en la que supuestamente vivió Colón.
La tenacidad del maestro luso para rodar es un buen ejemplo del empeño de los documentalistas iberoamericanos, presente en Venecia este año con obras como la brasileña "Andarilho", de Cao Guimarães, centrada en unos vagabundos, o "Nacido sin", de Eva Norvind.
Esta cinta mexicana llevó a Venecia la historia de José Flores, nacido sin brazos y aquejado de enanismo, y en cómo saca adelante a su familia, lo que incluye su actuación en filmes de ficción.
La película, exhibida también hoy al público en la sección Jornadas de los autores, es la obra póstuma de Norvind, fallecida en 2006 poco antes de acabar el filme, que completó su hija Nailea.
La apasionante vida de Norvind fue a su vez recogida por otros autores en dos documentales sobre esta noruega residente durante años en México y EEUU, sexóloga, fotógrafa, periodista y actriz en filmes como "Báñame, mi amor" (1968) o "Santo el enmascarado de plata vs. la invasión de los marcianos" (1967).