La música es su vida: Andrea Tessa sabe que las canciones se escuchan y que también ''se ven''. Por eso su lanzamiento llegó a un gran teatro, de vestido largo para las damas y traje y corbata para los varones.
Patricio Ulloa"Yo lo veía en la Ópera de Viena cuando iba a ver a mi mamá (la famosa mezzosoprano chilena Victoria Vergara). La gente iba de smoking y de vestido largo a escuchar lírica. Soy una enamorada de esa elegancia y por eso este show también está planteado estéticamente así".
Fue una advertencia de la propia Andrea Tessa horas antes del concierto que la llevó al centro del escenario de un Teatro Oriente en un 90 por ciento de su capacidad antenoche, enfundada primero en un elegante vestido de gala y sobre el final del show en uno más sexy y playero.
"Fui a ponerme algo más cómodo… despeinémonos un poco", pidió a la audiencia antes de cantar ya con mucha cancha y manejo escénico "River deep, mountain high". Eso fue luego de un paréntesis musical con el que presentó al reactivado dúo entre el pianista Valentín Trujillo y el trompetista Cristián Cuturrufo, parte del staff con que Andrea Tessa celebró en vivo el nacimiento de Tribute, su tercer álbum solista.
"Ha sido sorprendente darme cuenta de que este disco en inglés de canciones de jazz le ha interesado al público mucho más que mis otros discos. Tribute ha sido el más vendido". Sus anteriores trabajos, Páginas (1995) y Equipaje clandestino (2003) fueron producidos por Juan Carlos Duque, con quien coescribió ciertas piezas pop y en el que también interpretó material de raíz folclórica original de Jaime Atria Rosselot.
Pero Tribute (precio de referencia en Feria del Disco, $5.990) es distinto. Porque define una visita al cancionero standard de autores clásicos como Carmichael, Kern o Gershwin. Baladas equilibradas y sobrias en la grabación, aunque el sábado en vivo Tessa sí se animó a reintervenir sus propias sesiones incorporando toques de pop-jazz ("Cry me a river", "My funny Valentine") y ritmos más funkys ("Summertime") apoyada por gente como el bajista eléctrico Christian Gálvez, el guitarrista Federico Dannemann y el tenorista Andrés Pérez.
El trío que la secunda propone y también dispone, porque entre Gonzalo Palma (piano), Rodrigo Galarce (contrabajo) y Alejandro Espinosa (batería) le dan el fondo adecuado a la arquitectura y la albañilería de piezas como "My one and only love" y la emocionante versión de "The nearness of you", en un concierto de gala extenso pero lleno de matices y paleta de colores, que incluso incorporó un galán de dos metros para bailar con la cantante en el escenario. Andrea Tessa tuvo su noche soñada y lo logró también siguiendo la instrucción de la cantante soul Dionne Warwick siete días antes en Santiago: "Sit back, relax, and enjoy the show".