ROMA.- El ayuntamiento de Venecia emitirá un bando para prohibir el tradicional lanzamiento del arroz en las bodas en el Palacio Cavalli y la venta de grano en toda la ciudad, para reducir la invasión de las palomas.
El diario "La Repubblica" adelanta hoy que el alcalde de la ciudad, Massimo Cacciari, tiene ya preparado el bando con sendas prohibiciones ante los graves daños que está causando la superpoblación de palomas en el patrimonio artístico de la ciudad.
El bando prohibirá el lanzamiento del arroz en las ceremonias del Palacio Cavalli, en el barrio de Rialto, y donde se celebran las bodas civiles, ya que éste atrae después a miles de palomas que acuden en masa para alimentarse.
Además, Cacciari anunció que se prohibirá la venta del grano para palomas en toda la ciudad, incluida la localidad de Mestre, a las afueras de Venecia.
"Hemos intentado llegar a un acuerdo con los 18 vendedores de grano y sólo siete han aceptado la oferta de trasladarse a otra zona de la ciudad y vender otro tipo de mercancías. Ahora el resto o acepta la oferta o será obligado de todas maneras a abandonar la ciudad", señaló el alcalde al diario.
Cacciari explicó que después de consultar los informes de las autoridades sanitarias y de la superintendencia arqueológica "no existe otra opción que prohibir completamente la venta de grano en la ciudad".
Un estudio encargado por la superintendencia de arqueología de Venecia ha revelado que los problemas higiénico-sanitarios y la restauración del patrimonio por los daños causados por las palomas cuestan anualmente a cada ciudadano unos 275 euros.
Además de los ya conocidos desperfectos que ocasionan en los monumentos los excrementos corrosivos de las palomas, se sumó hace unos días la denuncia de que las aves destrozan a picotazos las valiosas estatuas y bajorrelieves de la ciudad.
Los técnicos de la citada superintendencia, observando algunas fotos de las restauraciones que se están realizando en la fachada del Palacio Real, han detectado que los bajorrelieves están completamente destrozados en algunos puntos debido a los picotazos de las aves.
Todas las estatuas estudiadas presentan daños en los mismos puntos, la nariz y los hombros, que es donde las palomas se agarran o se liman el pico, así como en otras zonas donde crece musgo y microalgas, con los que se nutren.
Además, pican los monumentos para extraer pequeñas piedras que ingieren para favorecer la digestión.
Los responsables del patrimonio arqueológico de Venecia aseguraban que "la ausencia de alimento haría disminuir de manera significativa la cantidad de palomas", que ha aumentado en los últimos meses un 25 por ciento debido a un invierno suave.