NUEVA YORK.- Cuando hace medio siglo se estrenó "West Side Story" en Broadway, Nueva York, los críticos estaban entusiasmados. "El teatro americano dio un paso arriesgado hacia delante", comentó el "New York Daily News" y la revista "Time Magazine" habló de un hito en la historia del musical.
Cincuenta años después del estreno el 26 de septiembre de 1957 en el Teatro Winter Garden de Nueva York, la pieza de Leonhard Bernstein sigue marcando parámetros. Hasta hoy sigue siendo uno de los musicales más representados.
La película del mismo título con Natalie Wood y Richard Beymer en los protagónicos conquistó en 1961 un récord de diez Oscar y sedujo a millones de espectadores en todo el planeta. Canciones como "Maria", "Tonight" o "Somewhere" siguen siendo para muchos grandes clásicos de todos los tiempos.
"West Side Story", ambientado en un entonces sombrío West Side de Manhattan, relata la historia de amor entre Tony, nacido en Nueva York, y la morena Maria, oriunda de Puerto Rico, que pertenecen a dos bandas enemistadas entre sí, los "Sharks" y los "Jets", lo que a pesar de su amor al final se vuelve en su contra.
Ritmos salvajes y una coreografía vertiginosa reflejan fielmente sobre el escenario la sensación de vivir de la juventud de la gran ciudad en los años 50. En un principio, el coreógrafo Jerome Robbins había previsto esta adaptación moderna de "Romeo y Julieta" como un conflicto religioso entre un joven inmigrante católico y una chica judía. Pero una nueva ola de inmigrantes del Caribe y el aumento de la violencia en los enfrentamientos entre bandas juveniles callejeras en Nueva York hicieron que cambiara de ámbito.
Para los espectadores de ese entonces toda la obra creada por Bernstein y su equipo era nueva: la crítica social, la música, que no conocía de límites entre pop, clásico y jazz, y la puesta en escena, que fusionaba danza, música y teatro de forma furiosa.
"Todos nos decían que West Side Story era un proyecto imposible", relató Bernstein más adelante. "Nadie está en condiciones, decían, de cantar temas tan difíciles como 'Maria'. Además, decían que el libreto era demasiado ambicioso para la música pop".
Pero sus creadores -junto a Bernstein y Robbins, también los autores Arthur Laurents (libreto) y Stephen Sondheim (letras)- no se dejaron intimidar. Por el contrario: el director del ballet Robbins se ocupó con sus rigurosas instrucciones de crear una atmósfera lo más cercana posible a la realidad. Los actores que pertenecían a las bandas rivales no tenían permiso para hablar entre ellos, y en el tablón de anuncios colgaba siempre las noticias más recientes sobre las peleas callejeres en la ciudad. El ensayo general tuvo lugar muy poco antes del estreno, para que el ambiente caldeado se mantuviera hasta el final.
Para el aniversario, como cabía esperar, habrá toda una serie de "revivals" en escenarios de todo el mundo. La elogiada puesta en escena de 2003 del coreógrafo estadounidense Joey McKneely, que se atiene al modelo del estreno de 1957, saldrá de gira en versión actualizada. Y para 2008 Laurents, de 89 años pero aún activo, anunció una nueva puesta en escena en Broadway. "Se me ocurrió una solución para adaptar la obra a la actualidad, sin cambiar ni una palabra y ni una nota".