A 30 años de su debut, David Lynch trae su nuevo enigma

SANTIAGO.- Hace exactamente 30 años, Nueva York pudo ver en la pantalla grande por primera vez un largometraje rodado por David Lynch, dando pie al nacimiento del que se convertiría en los años venideros en uno de los cineastas más influyentes del medio estadounidense.

El 28 de septiembre de 1977 se exhibió la cinta "Cabeza borradora" ("Eraserhead"), un extraño experimento visual en blanco y negro que Lynch filmó con un reducido presupuesto de 100 mil dólares que tardó años en poder reunir.

El director, que en 1971 había ingresado al Conservatorio de la AFI para continuar sus estudios, había conseguido en 1972 una beca de 10 mil dólares otorgada por esa institución, pero que resultó insuficiente para terminar el proyecto. Así, con un rodaje intermitente hasta 1976, Lynch consiguió el dinero a través de amigos, familiares e incluso repartiendo periódicos. Sólo así pudo estrenar su primer largometraje.

"Cabeza borradora" sentó las bases de lo que sería la carrera de Lynch, con una extraña historia sobre un joven que vive en una zona de desechos industriales, cuya novia da a luz a un bebé mutante que no deja de llorar. Más que ser una historia lineal y comprensible, el director se preocupa de las atmósferas y el enigma. De inmediato se convirtió en un éxito de culto y hasta Stanley Kubrick la citaba como una de sus películas favoritas.

El imperio de los sinsentidos

Pese a que han pasado 30 años desde aquel debut, las formas y obsesiones de Lynch no han cambiado demasiado, tal como lo demuestra en su más reciente trabajo, "Imperio" ("Inland Empire"). La cinta ya está disponible en DVD (ver recuadro), pero se podrá ver en los cines nacionales próximamente (tiene fecha preliminar de estreno para el 8 de noviembre).

"Inland Empire" es la primera película de Lynch desde que sorprendiera con su alucinante "Mulholland Drive" hace ya seis años. Aquella cinta le reportó la que hasta ahora ha sido su única nominación al Oscar como mejor director, galardón que en esa ocasión se llevó Ron Howard por "Una mente brillante" ("A Beautiful Mind", 2001).

El más reciente esfuerzo del también director de "Terciopelo azul" ("Blue Velvet", 1986), "El hombre elefante" ("The Elephant Man", 1980) y "Carretera perdida" ("Lost Highway", 1997), recibió críticas dispares por parte de la prensa estadounidense, aunque hay más acuerdo respecto a la gran actuación de su protagonista, Laura Dern, que encabeza un elenco también integrado por Jeremy Irons, Justin Theroux, Harry Dean Stanton y Jordan Ladd.

En la película, Dern encarna a una actriz cuya percepción de la realidad comienza a distorsionarse, mientras se enamora de su compañero de elenco en el remake de una película polaca, que supuestamente estaba embrujada.

The Hollywood Reporter la calificó como "un aburrimiento interminable" y el New York Post se preguntó: "¿De qué se trata 'Inland Empire'? Si alguien logra descifrarlo, que por favor me lo diga".

Por otro lado, Jonathan Rosenbaum del Chicago Reader, que le da un puntaje máximo, nota que la película "está llena de chicas buenas y malas, pero (Lynch) le da a esta obsesión un giro interesante haciendo que casi todas ellas sean interpretadas por la misma actriz".

La revista Rolling Stone la constató como "brillantemente alucinatoria", mientras que el Washington Post destacó favorablemente que "marca un tipo de retorno del cineasta a su firme rechazo al hacer sentido" y la tilda como un nuevo "experimento que desafía las categorías y la coherencia narrativa".