Wayne Wang, director de la película ganadora en San Sebastián.
Reuters
SAN SEBASTIÁN.- La estadounidense "A Thousand Years of Good Prayers" ("Mil años de oración") de Wayne Wang fue distinguida hoy con la Concha de Oro de la 55ª edición del Festival de Cine de San Sebastián, en el que la actriz española Blanca Portillo se hizo con la Concha de Plata a la mejor intérprete femenina por "Siete mesas de billar francés".
Portillo le gana así la partida a Maribel Verdú, su compañera de reparto en la película que dirige Gracia Querejeta y que también figuraba entre las favoritas para entrar en el palmarés. Querejeta, junto con David Planell han sido galardonados además con el premio al mejor guión ex-aequo con John Sayles por "Honeydripper".
El jurado presidido por el escritor estadounidense Paul Auster distinguió asimismo como mejor actor a Henry O, protagonista de la cinta de Wang, que recupera ese sabor por las pequeñas historias contadas con sencillez y sin prisas.
Henry O da vida al señor Shi, que tras enviudar en China viaja a Estados Unidos para visitar a su hija (Faye Yu), a quien no ve desde hace doce años. El silencio y la incomunicación entre ambos hace más presentes los secretos del pasado.
Aunque desde el principio había gustado la película de Wang ("The Joy Luck Club"), no han dejado de comentarse durante el certamen los posibles vínculos de esta figura del cine independiente norteamericano (aunque también se haya dejado seducir por las grandes producciones de Hollywood), con el presidente del jurado Auster.
El cineasta nacido en Hong Kong (1949) fue precisamente quien colocó al escritor Paul Auster detrás de la cámara. Ambos rodaron juntos "Smoke" y "Blue in the Face", dos producciones de corte independiente.Auster dijo durante el certamen que hacía varios años que no veía a Wang, mientras que el realizador contó que le propuso a Auster volver a rodar una tercera película juntos pero no llegaron a ponerse de acuerdo. Las diferentes versiones sobre la relación entre ambos ha sido una de las comidillas del festival.
El Premio Especial del Jurado, el segundo en relevancia, fue para "Buda explotó por vergüenza", de la iraní Hanah Makhmalbaf. La película se perfilaba como una de las posibles ganadoras ya desde el primer día que se presentó.
Conmovedora, lírica y desgarradora, la hija menor de Mohshen Makhmalbaf ("Kandahar") y la hermana de Samira ("La pizarra") escenifica en su primer largo de ficción una fábula sobre la destrucción de una cultura y el valor de la educación.
Makhmalbaf pone en escena la vida (aunque tal vez sería más acertado decir el infierno) en Afganistán a través de la historia de una niña que quiere aprender a leer, relatando sus peripecias para conseguir un lápiz y un cuaderno, así como para poder llegar a la escuela.
"Es el prometedor estreno de una directora que esperamos siga creando obras importantes en adelante", se afirma en el acta del jurado, que no sólo destaca la juventud de Makhmalbaf (Teherán, 1988) sino también el trabajo de la protagonista, la niña Nikbakht Noruz.
En tanto, el realizador británico Nick Broomfiel, ganador de la Concha de Plata a la mejor dirección, ha volcado su pasado de documentalista en "Battle for Haditah", una reconstrucción de la masacre de civiles que unos marines estadounidenses cometieron el 19 de noviembre de 2005 en Irak y que en un primer momento el Ejército de Estados Unidos intentó camuflar como muertes en combate.
El premio para la fotografía fue para Charlie Lam por "Exodus", de Hong Kong, mientras que el de la crítica, FIPRESCI, fue para la argentina "Encarnación", de Anahí Berneri.
El palmarés ha sido bien recibido en términos generales, pero más de un periodista se lamentaba de la ausencia de una de las películas más celebradas del certamen: "Eastern promises", de David Cronenberg.
Fuera de la competición oficial, en Horizontes Latinos se concedió el premio de la sección dotado con 35.000 euros (49.500 dólares) a la uruguaya "El baño del Papa", de Enrique Fernández y César Charlone.
Además se concedió una mención especial a la mexicana "Párpados azules", de Ernesto Contreras y la colombiana "Satanás", de Andrés Baiz.
El certamen vasco despide hoy su 55ª edición con una invitada de lujo: Demi Moore, que vino hasta San Sebastián para mostrar "Un plan brillante ("Flawless"), del realizador británico Michael Radford.