"Él no quiere soltar las riendas"

Una trombosis sufrida en agosto y la complicación de una bronconeumonia agudizada el pasado fin de semana mantienen el músico y cantante Eduardo Lalo Parra internado en el hospital clínico de la Universidad Católica, según confirmó su hija, la folclorista Clarita Parra.

Lalo Parra, de 89 años, ingresó al centro asistencial el domingo y ayer fue trasladado desde la Unidad de Tratamiento Intensivo (UTI) a una sala común, donde se encuentra despierto y acompañado en todo momento por su esposa, la enfermera Elizabeth Castro.

"Él está consciente, ha estado con ánimo y tiene mucha fuerza, así que no quiere soltar las riendas", dijo Clarita Parra. "De repente hay momentos en que dice 'Ya está bueno', porque es grave lo que tiene, pero él se da cuenta de todo".

Éste fue el primer año en que Lalo Parra debió pasar las fiestas patrias alejado por prescripción médica de los escenarios, en los que era un habitual animador de las fondas dieciocheras. Aunque su salud está complicada desde enero pasado, fue una trombosis sufrida en agosto la que emperó el estado del cantante.

"Dentro de todo fue con suerte porque le vino a la pierna, pero eso lógicamente lo deja muy débil. Lo tuvimos hospitalizado un par de días, y ahora vino la bronconeumonia más fuerte, que fue lo mismo que le dio el año pasado", explicó su hija, en alusión al episodio que sufrió en septiembre de 2006 en Copiapó (ver recuadro). "Por lo que decía el médico, hay un pulmón que está complicado".

-¿Cómo pasó estas fiestas patrias?
"Sí. Es que por fuera él se ve muy re bien. Por dentro es donde estás complicado. Lo llamaron de varias partes para actuar este año, pero no estaba su salud para eso, de ninguna manera. Ya está retirado. Los cambios de temperatura son fuertes y lógicamente no hay que olvidar la edad".

-¿Pero aún tiene ganas de tocar?
"Él pensaba incluso hacer una fonda en su casa, que siempre lo hace, pero venía saliendo de la trombosis y tuvo que guardarse un poco. Me fue a ver a mí, con su familia, y los hijos estuvimos almorzando con él en un asadito, porque el médico le dio autorización para comer carne y tomar un vaso de chicha. Por dentro tiene que haber tenido mucha pena, pero lo pasó con cueca, con sus banderas chilenas".

-Ya fue trasladado de la sala común, ¿eso implica una mejoría?
"Lo trasladaron ayer, más que porque esté mucho mejor es porque se estaba angustiando, por el hecho de estar consciente y ver dónde estaba. Se llegó a la conclusión de que lo angustiaba mucho y el médico optó por dejarlo en una sala común, donde está más acompañado por su señora y se siente mejor. Pero no hay un gran cambio en su salud, sigue en observación".