SANTIAGO.- Un par de tipos con los que definitivamente no quisieras tener problemas dan una mirada a la sala y salen en seguida. En el piso no hay nada extraño, sólo algunos periodistas y personal del hotel. Sin embargo, vuelven al rato caminando apenas un par de pasos atrás de Don Omar, el reggaetonero que hoy está por tercera vez en Chile en menos ocho meses.
Es la estampa del "rey de reyes", el lugar en que William Omar Landrón se ubicó dentro de la extensa realeza del género. Un lugar que, si fuera por Chile, tiene más que demostrado: En febrero, en el Festival de Viña, se llevó todos los trofeos posibles; y en abril, en el Estadio Nacional, batió el récord de la presentación de reggaetón más masiva, con cerca de 65 mil personas.
Un arrastre que anoche volvió a demostrar en Iquique, que hoy podría reiterar en el Velódromo del Estadio Nacional (sin Ivy Queen) y que volverá a sentir en diciembre, en el cierre de la Teletón. Algo que, según dice en conversación con Emol, a él mismo sorprende. "Por eso siempre voy a decir que Chile es un trampolín, es un país que adoptó mi música y estos eventos multitudinarios le dieron un respeto impresionante a mi carrera. Acá están los fánaticos más nutridos en mi música. Para mí también es inusual".
-Además la industria discográfica suele catalogarnos como un país al que le gustan las baladas y la música más depresiva.
-Pero sabes que quizás yo soy esa parte del reggaetón, soy un compositor que sale del margen del género. Yo sé componer a un corazón que se dolió, sé hacer una canción que te haga pensar que la vida no es fácil, o que te haga bailar. Tal vez es eso, la diversidad de mi propuesta, porque hago rock, balada, pop, reggaetón, bachata, merengue. Todo dentro de una fórmula que sólo mis fanáticos la saben.
-Fuera del éxito que tiene hoy, acá el reggaetón es un fenómeno más o menos reciente, ¿cómo crees que puede seguir evolucionando en popularidad, en los años siguientes?
-Hace unos años llegué a Colombia e hice una presentación para 60 mil personas. Me preguntaron "qué crees que va a pasar con el reggaetón". Yo les dije "Medellín tiene 14 millones de habitantes. Si sólo al 20% le agrada el reggaetón, son 2.8 millones. Sácale el 20% más y son 280 mil jóvenes (sic), y créeme que ellos harán que 14 millones escuchen música". Yo creo que es lo mismo. Hay que ver cómo sacamos esa canción desde un contexto urbano y lo llevamos a una propuesta musical impresionante, como va a suceder hoy en la noche.
-El reggaetón es un estilo reconocible, de códigos relativamente estables, ¿cómo crees que se puede seguir explorando musicalmente en el género?
-Yo creo que al reggaetón no se le había escrito mucho. Sus partituras quizá eran simples, y dentro de esa simpleza sus fanáticos son muchísimos. Yo creo que yo me estoy dando a la tarea de ampliar este libro musical y permitirle al reggaetón que siga escribiendo su historia. Cuando comencemos a añadir elementos que sigan atrayendo fanáticos, como he hecho yo, creo que tendrá muchos años de vida.
-El estilo tiene su soporte en la calle. Con los niveles de popularidad que has alcanzado, ¿cómo mantienes el feeling con ese mundo?
-Yo soy de ahí. Hay un refrán que dice "el que olvida de dónde salió, no sabe hacia dónde va". Yo nunca voy a olvidar de dónde salí. No puedo olvidar esa inyección que es el sentir de aquellos a los que la sociedad margina. Me preguntaron "¿prefieres ser un revolucionario o un educador?". Yo doy gracias, porque esa gente que me conoció como un revolucionario me dio la oportunidad de convertirme en un educador.
-Acá nos han construido una mitología del reggaetón que tiene reyes, príncipes, padres, emperadores... de todo. ¿Qué lugar ocupas tú en ese universo?
-(Risas) Hay de todo, es verdad. Sabes que tengo que dar gracias a todos ellos. Yo llevo 18 años escuchando la música que hago, y en seis años me he convertido en quien soy hoy en día. Le doy gracias a Dios, porque donde quiera que voy mis fanáticos dejan claro quién soy. El rey del reggaetón tiene nombre, y ése es Don Omar.
Hora: 20:00 horas.
Lugar: Velódromo del Estadio Nacional.
Dirección: Av. Pedro de Valdivia esq. Guillermo Mann.
Entradas: Entre $11.000 y $26.600. A la venta a través de Feria Ticket (www.feriaticket.cl).