La cantante pop española adelanta su show en Santiago.
El MercurioRosana saluda a los lectores de Emol (00:17)
SANTIAGO.- Es un regalo para ella, una celebración de cumpleaños para "Lunas rotas" —el primer disco que lanzó hace diez años—, y una devuelta de mano para un público que desde su debut la ha acompañado de manera incondicional.
Con su actual gira "Conciertos de la Luna Llena" —que la traerá al Teatro Caupolicán el 8 de noviembre y el 10 la llevará a Teatro Regional del Maule— la cantautora española Rosana pretende también darse un respiro en una carrera que, recuerda, surgió casi de manera "accidental".
"Lo de cantar fue algo anecdótico, que no era un sueño mío desde chiquitita, así como sí lo era dedicarme a la música haciendo canciones, lo de cantar no, lo de cantar me llegó prácticamente sin querer", reconoce.
Le llegó sin querer, y sin tener antecedentes de los códigos del mercado de la música. "Cuando sales de tu casa, sin ninguna información, grabas un disco, y te pasa lo que a mí me pasó con ese álbum ("Lunas rotas"), pues la sensación que uno tiene es como que entra al colegio con cinco años y en vez de enseñarte a dibujar primero, te están enseñando directamente la teoría de la relatividad", ejemplifica.
Pero de eso ya ha pasado más de una década, y ahora la intérprete asegura que empieza a "recorrer el camino con tranquilidad".
"Yo creo que estoy por fin aprendiendo, empezando a aprender", comenta entre risas. "Desde el tercer álbum yo creo que estoy empezando a relajarme, a conocer ya a las personas con las que hablo, a saber lo que significa una lista, a saber lo que significa ser disco de platino, no sé", agrega.
Sin embargo, hay algo que conserva desde el día en que comenzó su carrera musical y que no está interesada en cambiar: "Sigo manteniendo lo mismo que hacía al principio que es sangrar cada cosa que escribo", sentencia.
¿Cantar o componer? "No me puedes hacer elegir entre papá y mamá", responde con humor, e intenta explicar con un nuevo ejemplo por qué no puede descartar alguna de las dos opciones.
"Es el momento en que uno va a comprar el regalo y lo pone en una caja y lo empaqueta, es más o menos hacer la canción, pero es como si a todo ese regalo le faltara que llegara a alguien y lo abra. Y digamos que cantar para mí es ver la cara del que abre un regalo".
"Vacaciones" para componer
Una vez que concluya la gira, en diciembre, la intérprete de "A fuego lento" y "Si tú no estás" pretende comenzar a componer nuevos temas para sumar a su repertorio. "La verdad es que me han prometido que en Navidad papá Noel me traería unas vacaciones merecidas para poder sentarme a componer", asegura.
Sabe la fecha en que iniciará ese trabajo, pero no cuando concluirá, porque se niega a autoimponerse plazos. "No me gusta hacer las canciones por oficio, no me gusta sentarme y decir 'de aquí a dos meses tengo que hacer el álbum'", advierte.
Necesita tiempo, y muchas canciones: para sus discos le gusta escribir entre 30 y 50 canciones "para elegir". "Y esas 30 ó 50 canciones no me gusta hacerlas por oficio, me gusta parirlas, me gusta que sean canciones honestas", insiste.
En sus dos presentaciones en Chile -el 8 de noviembre en el Teatro Caupolicán y el 10 en el Teatro Regional del Maule- su prioridad es emocionar y sacar sonrisas en su público.
"En cualquier caso lo importante es la emoción y yo creo que en ese punto nos llevamos muy bien, tanto el público como nosotros, porque ellos se van sonriendo a su casa y nosotros, la gran mayoría de las veces a un hotel, pero nos vamos sonriendo", dice entre risas.
"Yo esa noche la exprimo muy bien, en el sentido que aprovecho cada segundo con ellos no, porque, para mí es muy importante ver los ojos y la sonrisa de la gente que me lleva en su coche, que me lleva a su casa, que me lleva de vacaciones, y yo el único momento en que los puedo ver es en el show", agrega.
Del repertorio, adelanta que el protagonista será el festejado: su primer disco "Lunas rotas". "Obviamente tiene que soplar las velas, indiscutiblemente", dice, aunque también advierte que el show dura casi dos horas, por lo que habrá "mucho tiempo de pasearnos también por otras canciones que son conocidas y que el público si no la cantamos, nos las va a pedir".