Un diseño realizado por Dior en plena alza del movimiento postguerra conocido como ''New Look''.
EFE
PARÍS.- Christian Dior es un nombre que no sólo representa el lujo, el deseo y los sueños, sino sobre todo el inconformismo. Y eso desde hace mucho tiempo, un recuerdo que resurge al cumplirse hoy 50 años de su muerte.
Ya cuando el modisto, entonces de 42 años, presentó el 12 de febrero de 1947 su primera colección, nadaba contra la corriente. En vez de las faldas que se usaban entonces, estrechas y hasta la rodilla combinadas con largas chaquetas de tela militar, diseñó faldas amplias entalladas de raso y tafetán y chaquetas que destacaban los pechos. Dos años después, reunía el 75 por ciento de las exportaciones de moda francesa.
Su línea en forma de corola, que apostaba por el lujo y las formas femeninas, fue designada "new look" y determinó la moda de los años 50. Las mujeres vestidas de Dior ya no parecían uniformadas, sino que se convirtieron en símbolo de la femineidad, lo que generó todo tipo de reacciones.
Sobre todo en Alemania se protestó contra este look ultrafemenino. En una época en la que muchos alemanes apenas tenían para comer, las faldas plisadas, para las que hacían falta hasta 80 metros de tela, eran consideradas demasiado costosas. En Estados Unidos y París, en cambio, las mujeres se peleaban por el nuevo look.
También después de su primera y exitosa colección, Dior se reveló como un diseñador ocurrente. En casi cada temporada sustituía su silueta femenina por la opuesta: A la forma de corola, siguió la de cúpula, a la línea A, la línea Y.
Su meta era embellecer a la mujer. De esa manera, el hijo de un industrial de Granville (Normandía), nacido el 21 de enero de 1905, creaba sueños y deseos, que a muchos les parecieron decadentes e inapropiados. Pero el diseñador, algo regordete y muy tímido, no se asustaba con las controversias. Su pasión era la belleza sin normas.
En pocos años, Dior, que en realidad nunca quiso convertirse en empresario, creó un consorcio mundial que exportaba a 23 países. La idea de conceder licencias llevó a que pronto también hubiera medias, ropa interior, corbatas, guantes, joyas y prendas de cuero de Christian Dior. En septiembre de 1957, se lanzó la primera colección de zapatos Dior en Londres.
Un mes después, este genio de la moda falleció a los 52 años de un infarto en Italia. En sólo diez años, había creado 22 colecciones, de las cuales una era más extravagante que la otra. Legendarios fueron su vestido de novia blanco con piel de visón para la reina Fabiola de Bélgica, su tailleur Ascot o sus túnicas.
Dior dejó atrás una empresa floreciente que en los últimos años tuvo una facturación promedio anual de más de 550 millones de euros (715 millones de dólares), y que sigue siendo uno de los pilares de la "haute couture".
También sus sucesores, Yves Saint Laurent y John Galliano, representan la línea opulenta y femenina de Dior. Sobre todo el excéntrico Galliano, que trabaja desde 1996 en la Casa Dior, enlaza perfectamente con la tradición del fundador de la empresa cuando hace desfilar a sus modelos en chaquetas entalladas.