LOS ANGELES.- En medio de un momento de turbulencias con la polémica por la acusación que recibió de haber amamantado en estado de ebriedad, de su juicio por la tenencia de los hijos y por su retorno a los escenarios con sobrepeso, algo bueno tenía que haber para la estrella pop Britney Spears.
Su nuevo disco, Blackout, el primero después de cuatro años de silencio tras In the zone (2003) sale hoy a la venta en Estados Unidos. Y fue bendecido por la crítica que lo recibió como la mejor venganza de la controvertida cantante.
Blackout es el título del disco de Spears que salió a rodar dos semanas antes de lo previsto a raíz de la piratería en línea. La cantante de 25 años regresa a las radios mientras su vida privada atraviesa un torbellino después de un divorcio, estadías breves en centros de desintoxicación y la pérdida de la custodia de sus hijos.
A la mala racha se sumó en septiembre pasado una presentación en la entrega de premios MTV Video Music en Las Vegas que fue criticada con severidad y dio pie a que varios expertos vaticinaran el "fin de su carrera".
Las opiniones: fresca disculpa, dulce condena
Pero aunque los comentarios sobre Blackout van desde "triunfal" hasta "terrible", la mayoría de las críticas fueron positivas. "Britney Spears no ha sido capaz de perderse de los paparazzi en los últimos meses, pero se perdió acertadamente en la música de su nuevo Blackout", opinó un entusiasta crítico de USA Today.
El experto en música del diario The New York Times cataloga el álbum como "fresca disculpa", aunque destaca que se siente un gran talento en la producción que hace dudar de la contribución real de Spears.Pero a pesar de todo, "eso no interfiere a la hora de apreciar lo bien que suenan las canciones".
El Philadelphia Inquirer sostiene en su página de internet que el disco está "producido inteligentemente" y "es un eficaz ejercicio en lo último del 'dance-pop'".
"Justo cuando uno está pensando que Blackout va a terminar por socavar el estrellato de Spears, se da vuelta la cosa y después de todo no está mal", apuntó uno de los críticos que al igual que The New York Times, se cuestiona cuánto se habrá implicado Britney Spears como artista en este trabajo.