Una postal de la extensa jornada musical que se vivió en el Arena Santiago y sus alrededores.
Ricardo Vásquez, El Mercurio
SANTIAGO.- Después de la actuación de los grupos nacionales (Sergio Lagos, Saiko y Gonzalo Yáñez, entre otros), que favoreció la dispersión de los asistentes por los distintos rincones del Arena Santiago y el Parque O'Higgins, el segmento indoor del Festival Fénix tuvo su foco único en el escenario principal al interior la cúpula.
Allí, puntualmente a las 18:00 horas, comenzó la actuación del grupo británico Starsailor, que durante una hora intentó entusiasmar al público con sus canciones basadas en la estructura de teclado, bateria y bajo, objetivo que lograron con relativo éxito.
No ocurrió lo mismo a partir de las 19:30 horas, cuando el cuarteto escocés Travis se echó al bolsillo a un público que coreó práctivamente todas sus canciones, en una muestra de afiatamiento y oficio.
El sello que marcó la jornada de hoy como un auténtico festival, vino luego con The Killers. La banda de Las Vegas logró producir en el público idéntico efecto que sus predecesores, gracias a las canciones de sus dos discos, Hot Fuss y Sam's Town, lo que obligó a recurrir a más de un bis, lo que provocó la confusión del público hacia el final, graficado en cientos de deserciones hasta el cierre definitivo pasadas las 23:00 horas.