Los guionistas de Hollywood siguieron marchando en el segundo día de movilización.
AP
NUEVA YORK/LOS ANGELES.- La huelga de guionistas de Hollywood obligó a suspender ya en el inicio de la medida de fuerza varios populares programas de televisión en Estados Unidos: al menos siete "late night shows" tuvieron que emitir repeticiones la noche del lunes al martes.
El legendario presentador David Letterman, por ejemplo, apareció en la CBS con un programa de fines de septiembre, en el que se burlaba de expresiones del presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, durante la asamblea general de Naciones Unidas en Nueva York.
El sindicato de los guionistas de Estados Unidos WGA, que representa a unos 12.000 escritores en todo el país, consideró que la primera jornada del paro fue un éxito total.
Los guionistas iniciaron este lunes la primera huelga en casi veinte años, porque no llegaron a un acuerdo con los productores de cine y televisión sobre un mejor pago y más reconocimiento de sus derechos.
Más de una decena de grandes estudios de Hollywood y la sede central de la NBC en el Rockefeller Center en Nueva York, se vieron afectados por la huelga.
"Las reacciones son abrumadoras. Nuestros miembros se alinearon completamente detrás de la acción", dijo una portavoz de WGA, al referirse al grado de adhesión a la medida de fuerza.
Según sus estimaciones, en todo Estados Unidos unos 3.000 miembros del sindicato participaron en los piquetes.
La última huelga de guionistas se registró en 1988, duró más de cinco meses y costó al sector unos 500 millones de dólares.
Los "late night shows" fueron los primeros afectados, porque los presentadores dependen de los textos mordaces que escriben los guionistas a diario. Según informó hoy el USA Today, junto a las siete repeticiones, otros cinco programas aún pudieron emitir un último show actual.
No se esperan, en cambio, efectos en los "reality shows" y en los concursos, así como en las producciones cinematográficas que ya cuentan con guiones terminados.
De momento, no se prevé un nuevo intento de mediación. Los productores de cine y televisión parten de la base de que la medida se prolongará bastante tiempo.
"En 1988 la huelga duró cinco meses. Ahora los temas son más difíciles y complejos", dijo el presidente de los productores, Nicholas Counter, al New York Times.
El jefe de la WGA, Patric Verrone, defendió la acción: "Si a pesar de nuestro anuncio no nos hubiéramos decidido por la huelga, habríamos emitido la señal equivocada".
Los guionistas, que se pronunciaron en un 90 por ciento a favor de una huelga, reclaman más dinero sobre todo por la reutilización de sus trabajos en Internet y en los DVDs.