SANTIAGO.- Aunque en un principio la fría noche santiaguina se sintió en el Teatro Caupolicán, y se evidenció en un público que recibió con tibieza a la cantautora española Rosana, tras la primera hora de show la intérprete logró contagiar con su energía a los más de tres mil espectadores de la estación capitalina de su gira “Conciertos de Luna Llena”.
Bastante más delgada que cuando inició su carrera hace diez años, la madrileña supo transformar un público en principio cauto en uno que se paró de su asiento, bailó, cantó y ovacionó sus éxitos como “Si tú no estás” o “A Fuego Lento”.
También hubo espacio para las travesuras: la cantante quiso “castigar” a quienes llegaron tarde a su show y en el tercer tema le dijo al público que cuando llegaran nuevos atrasados harían como que el concierto había terminado, pero sólo para asustar a los impuntuales, ya que después de que su público cómplice gritara el tradicional “otra, otra” —tal como hizo—, ella volvería —tal como volvió— y la presentación seguiría.
Diez músicos sobre el escenario, siete apoyando en los coros, y una mística y vibra positiva entre ellos que se traducía en una potente banda sonora de la cantante, aunque a veces los decibeles sobraban. “La orquesta se comía su voz. Ella tiene una voz tan hermosa que no necesita orquesta”, comentó una señora a la salida del show. La “orquesta” aporta, pero hay que reconocer que con los dos temas que interpretó sólo acompañada por su guitarra —“Tormenta de Arena” y “Si tú no estás”— la potencia de su voz conmovió a los presentes.
Después de eso, volvió la fiesta con un mix que cantó literalmente con su público. Rosana bajó del escenario recorrió la platea, luego hizo lo propio por la galería, y sin dejar de cantar. En total, dos horas de un show que cada vez convenció y animó más a un público que terminó ovacionándola de pie.
La intérprete española se despide de Chile el próximo sábado, en el Teatro Regional del Maule, donde se presentará a las 20.00 horas.