Al revés de Sui Generis, dúo que formaron Charly García y Nito Mestre a comienzos de los '70 en el rock argentino, los grupos posteriores de García no fueron tan populares en nuestro país. Uno de ellos es Seru Giran, la banda que el cantante armó junto a David Lebon (guitarra), Pedro Aznar (bajo) y Óscar Moro (batería) y que causó furor en su país. Hoy, tres décadas después, dos de esos hombres llegan a Chile: Lebon y Aznar.
-Estuvimos una vez en Uruguay, pero Seru fue muy local -reconoce Lebon. Ahora eso va a cambiar. Tras los diez conciertos que dieron en el bonaerense Teatro Ateneo, y después de una gira nacional de casi un año y de la edición de los discos Aznar y Lebón Vol. 1 y Vol. 2, ambos músicos presentarán en Chile, este sábado en el centro cultural Montecarmelo de la capital, el espectáculo de esa gira y ese disco: canciones de sus respectivas carreras como solistas, de su pasado compartido en Seru Giran y algunas nuevas.
-A veces hay campañas de marketing y hacen tantas cosas para vender un producto y no sale nada bien, y de repente se juntan dos personas porque se quieren y la gente lo ve porque la gente no es tonta y le encanta -reflexiona al respecto Lebon, días antes de tocar en Chile-. Fue como esas cosas que se dan.
-¿Cómo ha sido el público de esta gira?
-Hay de todo. En Argentina hay una costumbre muy bonita, que es que van chicos de catorce, de veinte, de treinta y después gente de nuestra edad, y se mezcla todo. No hay una gran diferencia generacional. Los chicos que escucharon a Seru Giran cuando estaban en la cuna, ahora al menos quieren ver parte de lo que fue, pero estamos muy contentos porque no nos han tomado como un revival de Seru tampoco. De eso también teníamos un poco de miedo, porque se habían juntado Los Gatos, Police…
-… Soda Stereo.
-Claro, Soda Stereo, que no digo que esté mal, ¿eh? Me encanta que Soda Stereo se haya juntado y que les esté yendo como les va porque los conzco y los quiero mucho, pero es bueno que la gente se dé cuenta de que el producto es lo que es y no lo que se puede inventar. Con Pedro hace treinta años que nos conocemos.
-¿Cómo trabajaron juntos este concierto?
-La lista de temas y la producción la hizo él porque es bueno en eso. Y es un show muy energético, a pesar de que no hay baterista, hay algunos loops en algunos temas. De hecho hemos pensado en grabar otro disco en estudio pronto.
Además de las canciones de antigua data, el dúo grabó tres novedades: "Muriendo por vivir", que es una versión de una canción de Edgar Winter, y las propias "Mano dura", de Aznar, y "Decir adiós", de Lebon. Y de Seru Giran tampoco están todos los éxitos más marcados, como "Eiti leda", "La grasa de las capitales" o "Peperina".
-Seru Giran tiene muchos temas. Tendríamos que hacer un concierto de tres días, más o menos, para tocar todo lo que nos hubiera gustado -calcula el guitarrista-, así que se eligió lo que más nos parecía. Y el repertorio no está enmarcado con Seru tampoco, hay dos o tres temas que se tocan.
-¿Cómo están presentes Oscar Moro y Charly García en estas versiones?
-Bueno, en vivo sobre todo a veces nos miramos en algunos temas con Pedro y obviamente por nuestras miradas pasan años delante que solo los observamos nosotros. Constantemente nos estamos abrazando con la mirada y recordado a nuestro amigo Moro (el baterista murió en 2006) y a nuestro amigo Charly, y la verdad es que a veces se pone fuerte.
-Moro ya no está, pero García sí. ¿Él ha tenido ocasión de ver el concierto?
-Sí, a los primeros tres conciertos fue e inclusive subió a tocar. Bueno, obviamente a la gente le encantó y todo, pero se sintió que cambió totalmente el clima de lo que nosotros veníamos haciendo, ¿no?
-¿Así es él?
-Bueno, así es. Como un cambio de clima -se ríe.
-Últimamente llegan noticias suyas más escandalosas que otra cosa. ¿Cómo has visto tú a Charly García en este tiempo?
-Bueno, esas son cosas que pertenecen a su vida privada. Yo tengo hijos, ya soy abuelo y tengo 55 años, y es claro que no llevo el mismo tipo de vida que él, pero somos amigos con Charly, tengo un respeto por él como artistas y no me gustaría opinar sobre su vida privada.