LONDRES.- Un importante cirujano británico afirmó hoy en el marco de los interrogatorios sobre la muerte de la princesa Diana de Gales en un accidente automovilístico en París, hace 10 años, que ella "podría haber sobrevivido" si no se hubiera perdido tiempo en el camino hacia el hopital.
El profesor Thomas Treasure, ex presidente de la Asociación Europea de Cirugía Cardiotorácica, dijo que los médicos franceses que llegaron al lugar del accidente hicieron "un bien sustancial", pero que el tiempo comenzó "a escaparse" una vez que Diana se encontró en la ambulancia.
En su visión, la princesa, en ese entonces de 36 años, podría "en teoría" haber sobrevivido si el viaje al hospital hubiera sido corto, si hubiera estado disponible un equipo de especialistas y si un cirujano hubiera tomado la decisión de abrir el pecho de Diana frontalmente más que de costado, según explicó Treasure al jurado.
"Ese es mi análisis, que hicieron mucho bien en esa primera media hora, pero a partir de ahí, la próxima gran cantidad de bien que se podría haber hecho requería un cirujano".
A la pregunta de si se había desperdiciado tiempo, Treasure opinó: "Es una palabra dura, pero creo que se perdieron oportunidades".
Es probable que su declaración aumente la tensión con las autoridades francesas, que enojaron a la parte británica al no permitir que los paparazzi aporten evidencias.
Anteriormente, hoy se escucharon informes de especialistas involucrados en el tratamiento de Diana que dijeron que la fuerza del impacto al chocar su coche hizo que se le desgarrara un vaso sanguíneo en el corazón. Las heridas sugieren que Diana, que no llevaba puesto el cinturón de seguridad, habría estado sentada de costado en el asiento de atrás del Mercedes y que su "corazón fue lanzado violentamentre hacia adelante" dentro de su pecho.
El profesor Andre Lienhart, que estaba aportando evidencia desde París mediante videoconferencia, dijo que no hay casos registrados de pacientes con las mismas heridas "que lleguen vivos al hospital".
En base a un informe de un doctor de emergencias, Jean-Marc Martino, quien trató a Diana en el hospital Pitie-Salpetriere después del accidente del 31 de agosto de 1997, Lienhart dijo que Diana gritaba y estaba agitada, y que se arrancó una sonda del brazo.
Lienhart, quien investigó todos los aspectos del tratamiento de Diana para un juez francés, afirmó que un asistente tuvo que sostener por la fuerza el brazo de Diana para colocarle la sonda de goteo pero que ella se la quitó rápidamente. "Estaba agitada, rechazaba el tratamiento... decidió inyectarle algunas drogas para reducir su agitación, para que aceptara el tratamiento".
El impacto también hizo que resultara dañado su pericardio, una fuerte membrana que rodea el corazón. Como resultado de ello, la princesa sufrió fuertes hemorragias internas.
Diana sobrevivió tres horas y media al choque, pero fue declarada muerta en el hospital después de dos ataques al corazón y cerca de dos horas de masajes a corazón abierto.
"Hubo un movimiento de rotación muy fuerte", explicó Lienhart al jurado, durante el cual el corazón fue proyectado "muy violentamente a su lado derecho".