El fallecido coreógrafo Maurice Béjart fue despedido finalmente en Lausana.
AP
LAUSANA.- El cadáver del coreógrafo francés Maurice Béjart fue incinerado esta mañana en Lausana (Suiza), y sus cenizas se arrojarán en las playas de Ostende, en Bélgica, anunció el portavoz del Béjart Ballet de Lausana (BBL).
La cremación se celebró en presencia de la familia del coreógrafo franco-suizo, fallecido el jueves a los 80 años en un hospital de Lausana.
"Las cenizas serán esparcidas en las costas de Ostende, en una fecha que no se comunicó" y en la más "estricta intimidad", declararon estas fuentes a la agencia de prensa suiza ATS.
Béjart estaba muy vinculado a Bélgica y guardaba un cierto rencor hacia Francia, su país de nacimiento, que abandonó en 1960. El coreógrafo había manifestado su deseo de que sus cenizas fueran esparcidas en estas playas, frente al mar del Norte.
Unos 500 amigos y familiares de Béjart estuvieron presentes el lunes en un último homenaje al coreógrafo en Lausana.
Sus creaciones dieron la vuelta al mundo, pero la carrera de este hombre se construyó a partir de Bélgica, donde dirigió su elenco durante 27 años, y luego en Suiza, desde 1987 hasta la actualidad.
Durante décadas, el coreógrafo se esforzó en hacer de la danza "el arte del siglo XX" y en sacarla de los selectos teatros para ponerla al alcance del gran público.
Nacido el 1 de enero de 1927 en Marsella (sur de Francia) Maurice Berger (su verdadero nombre) era hijo del filósofo Gaston Berger. En homenaje a Molière, adoptó el apellido de la esposa de éste, Armande Béjart.
Su ballet presentará el próximo 20 de diciembre en Lausana "La vuelta al mundo en 80 minutos", última creación del coreógrafo.
