Un disco empezado en Chile, terminado en España y producto de sus últimos viajes por el mundo es el nuevo trabajo de Joe Vasconcellos. Pero tiene un ritmo común: la cumbia. Destino, el noveno trabajo del popular cantante chileno con pasaporte latinoamericano, tiene cumbias de ayer y de hoy, y cumbias propias y encontradas, como la que Vasconcellos ya envió a las radios a modo de adelanto: su versión para "Cumbia poder", original del grupo mexicano El Gran Silencio.
-Es candela, es un tema que tiene una cosa melódica que levanta, y entonces me encanta como primer corte, pero tampoco es el resumen de todo lo que trae el disco -dice el cantante. Destino tiene además canciones nuevas como "Vestido de seda", "Como un sutra", "A merced de la cumbia" y versiones de éxitos cumbieros previos del propio Vasconcellos como "El circo" y "Las seis".
-"Las seis" es una versión más tranquilita, no tiene que ver con el tema original. El disco lo veo como un reflejo de la madurez en la que estamos -agrega. Destino coincide además con un período de gran movimiento para Vasconcellos, que sólo en este año actuado en festivales y escenarios de Toronto (Canadá), Nueva York (EE.UU.) y Borlange (Suecia), y que terminó de mezclar el nuevo disco en España.
-En España ya teníamos el huesito, la papa, el zapallo, y ahí abrimos la cazuela -explica el músico, que en esta ocasión volvió a trabajar con el productor argentino Guido Nisenson-. El mismo "Cumbia poder" tiene que ver con haber viajado todo este tiempo. Si hubiera estado en Chile no hubiera tenido noción del peso que tiene El Gran Silencio. Si no hubiéramos ido para afuera no habríamos podido levantar la bandera de la cumbia.
Músicos del mundo
Varios invitados tiene el cantante en su disco, desde músicos locales como la cantante Ema Pinto, el trompetista coquimbano Cristián Cuturrufo y el hombre a cargo de instrumentos andinos en Sol y Lluvia, Patricio Quilodrán.
-En el fondo la idea era situar esta música en algún lugar de Sudamérica. Entre charangos, trompetas, cumbias -explica, y los mismos viajes dejaron huella entre otros huéspedes musicales: el percusionista brasileño Rubem Dantas, el longevo rockero argentino Claudio Gabis o el arpista y violinista Celso Duarte, integrante del conjunto de la cantante mexicana Lila Downs.
-Gabis tiene una academia en el rock. Y con Celso Duarte habíamos pololeado por Internet hasta que vino a Chile con Lila Downs (a tocar para el festival con motivo de la asunción de la Presidenta Bachelet en 2006) y le dije que estábamos grabando un disco -explica-. Y él vino con su arpa y grabó en "A merced de la cumbia", que es un temazo donde él puso de su cosecha.
Varios de esos invitados son españoles, como la cantante Sara Iñiguez, que el año pasado visitó Chile con su banda pop rock Rubia, el músico Teo Cardalda, del dúo Cómplices, y el gaitero asturiano José Ángel Hevia. "La cantante de Rubia fue muy amiguita, fuimos a su casa, nos faltaban unos coros en ‘Como anoche’, por ejemplo, empezó muy tímida y al final no había cómo quitarle el micrófono", dice Vasconcellos, que como contrapartida también ha efectuado giras a ese país luego de la edición española de su disco anterior, Banzai (2005).
No cualquiera toca cumbia
El punto de partida de Destino fue Chile, cuando, después de la actuación del cantante en el pasado Festival de Viña, se concentró con la misma banda a grabar.
-Nos encerramos en la Sala Master (el auditorio de la radio de la Universidad de Chile) -recuerda-. Salieron muchos y hasta quedaron para otros discos. Todo empezó con un planteamiento colectivo, en el que cada músico puso de su parte.
-El disco coincide con una nueva oleada de grupos que han vuelto a tocar cumbia, como Chico Trujillo. ¿Qué te parece ese movimiento?
-Me parece un poco una consecuencia de lo que se venía. Cuando hice "Las seis" (la cumbia que grabó en su disco Toque, en 1995), para mí fue como un llamado de atención a un estilo musical que durante mucho tiempo el sistema tuvo como algo menor. Yo me fui ocho años a Brasil (durante gran parte de los años '80), volví y seguía esa actitud. Pero iba a tocar a las universidades, y después de Los Tres o de nosotros, lo que se escuchaba eran cumbias. Tommy Rey, La Sonora Palacios.
Vasconcellos recuerda a propósito el concierto que compartió hace siete años con la banda rockera Chancho en Piedra y con la propia Sonora de Tommy Rey en la pista atlética del Estadio Nacional.
-Quisimos hacer un homenaje, y ahí quedó demostrado que el público de los Chancho y el público de nosotros a lo mejor no era el mismo, pero que todos se ponían a bailar con Tommy Rey. Y pensamos "oye, loco, esto es una onda" -dice-. Y ahora he tocado con muchas de las bandas nuevas de cumbia, la Sonora Barón, Juana Fe, incluso con Cuturrufo, y hay un cuidado. Porque para tocar cumbia hay que tener radier. No es subirse a chacotear. La gente chacotea, porque ésa es la idea, pero no cualquiera se sube a tocar cumbia.