LOS ANGELES.- Las Spice Girls, que se reunieron recientemente cerca de una década después de su última gira mundial, aprecian a su éxito y a sí mismas más de que lo hicieron durante su apogeo a fines de la década de 1990, dijeron ayer las cantantes.
El pícaro quinteto mejor conocido por sus apodos -Posh, Baby, Sporty, Ginger y Scary- lleva unos días en su gira de reunión que según Melanie "Sporty" Chisholm será la despedida del grupo.
Sin embargo, la banda no descartó el miércoles en Los Angeles el hacer de la reunión algo más permanente.
"Mientras nuestros seguidores quieran que hagamos espectáculos, entonces estaremos allí para ellos", dijo Emma "Baby" Bunton, pero agregó que la gira y el calendario son ahora más complicados debido a que la mayoría de ellas tienen hijos.
Con cinco hijos entre ellas, la familia es tema recurrente entre las Spice Girls, que están integradas por Chisholm, Bunton, Victoria "Posh" Beckham, Melanie "Scary" Brown, y Geri "Ginger" Halliwell.
Brown caracterizó la gira como un circo en viaje, y Beckham dijo que los esposos, hijos, perros y tutores las acompañaban en el viaje, que llevará al grupo a Norte América y Europa.
Las Spice Girls fueron uno de los mayores espectáculos de la década de 1990, vendieron 55 millones de discos en todo el mundo y cautivaron a jóvenes seguidores con su estilo seguro, su lema de "poder femenino" y éxitos pegajosos que incluyen a "Wannabe" y "Say You’ll Be There".
La gira de reunión comenzó esta semana en Vancouver y ha recibido críticas positivas. La demanda reciente por su música, sin embargo, ha sido decepcionante y su nuevo sencillo destinado a la caridad "Headlines" vendió sólo unos pocos miles de copias en su primera semana y su disco "Greatest Hits" no llegó al número uno en Gran Bretaña.
Las Spice Girls dijeron el miércoles que la gira había sido una experiencia sanadora para el grupo, que comenzó a derrumbarse en 1998, cuando Halliwell se fue.
"Es bueno que el círculo se haya completado porque es un poco como terapia para todas nosotras", declaró Brown, quien utilizaba un llamativo vestido amarillo, agregando que las relaciones dentro del grupo habían mejorado.
Bunton estuvo de acuerdo y dijo que la edad les permitió apreciar su éxito más de que lo hicieron cuando tenían veintitantos y se convirtieron repentinamente en un fenómeno mundial.
Incluso Halliwell dijo que lamentaba haber abandonado el grupo hace casi una década.
"Sencillamente no tenía las herramientas para manejar las cosas", señaló. "Desearía haber sido más madura en lugar de sólo haber huído", agregó.