LA HABANA.- El actor español Javier Bardem afirmó en La Habana que trabaja fuera de su país no por "deseo", sino porque no le queda "más remedio", en declaraciones a la televisión cubana tras la proyección de su documental "Invisibles" en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
"Trabajo fuera porque no me queda más remedio", dijo Bardem, según el informativo cubano. "Yo vivo en España, me imagino envejeciendo en España, mi país, y trabajando en español, pero como no tengo ni talento para dirigir ni escribir, necesito que otra gente que tenga ese talento me ofrezcan los proyectos", explicó tras la proyección del documental que ha producido.
"Invisibles" supone su primera incursión cinematográfica que no lo pone delante de las cámaras. La obra habla sobre las víctimas de varias crisis internacionales "olvidadas", y está compuesta de cinco capítulos dirigidos por el alemán Wim Wenders, los españoles Isabel Coixet, Fernando León de Aranoa y Mariano Barroso y el peruano Javier Corcuera.
Bardem dijo tener "la gran fortuna" de hablar inglés, lo que le permite trabajar también fuera cuando los proyectos locales no le satisfacen. "La carrera internacional es más una cosa accidental, más que un deseo", afirmó.
Respecto al personaje protagónico que interpreta en su último estreno, la versión cinematográfica de la novela "El amor en los tiempos del cólera", del Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez, lo calificó como una "simbología del amor".
"Creo que García Márquez escribió representar lo que debería ser el amor, las facetas del amor, la imposibilidad, el dolor, el placer, el sueño, la fe, la lucha, y eso está ahí, está muy bien descrito", dijo.
Según explicó, fue el propio "Gabo" quien le dio las claves para interpretar a Florentino Ariza. "Tuve la suerte de hablar con Gabo dos veces por teléfono y le dije: 'mire, no le voy a preguntar cómo hago este personaje porque ya está muy bien descrito (...) pero dígame aquella cosa que me pueda a mí ayudar a dramatizarlo, a personificarlo', y me dijo dos cosas que me ayudó mucho".
De acuerdo con Bardem, "Gabo" le explicó que imaginaba a su personaje como "alguien que no grita, como alguien que nunca levantaría la voz", como una persona que andaba "como si fuera un perro apaleado, le han pegado muy fuerte, esos perros que van de lado, que a veces te dan ternura, pero también ves que tienen miedo, que lo que quieren es que le des un abrazo por el bien de él. Eso es Florentino Ariza", relató la visión del novelista.
"Entonces, a partir de ahí, yo he dicho: 'me lo ha dicho Gabo, me lo puso ahí en la habitación', y dije a por eso".