SAO PAULO.- El Museo de Arte de Sao Paulo (MASP), el mayor de América Latina, anunció el refuerzo de su seguridad interna y externa tras el millonario robo de la semana pasada, cuando fueron hurtados una pintura del español Pablo Picasso y otra del brasileño Cándido Portinari.
El presidente del MASP, Julio Neves, y el titular del Consejo Deliberativo del museo, Adib Jatene, aseguraron que además de reforzarse el patrullaje externo del recinto las 24 horas se planean "medidas de actualización del sistema de seguridad interno" del edificio.
Entre otras, se instalará una cabina policial frente al museo, otra en un parque trasero y se dispondrá la presencia permanente de una patrulla. Con apoyo de la Alcaldía de la ciudad se colocarán cámaras de video de largo alcance en la avenida Paulista, la principal de la ciudad y sobre la cual está el MASP.
No fueron especificadas las medidas que se adoptarán para mejorar la seguridad dentro del museo, que está cerrado al público y recién abrirá el 8 de enero.
Las medidas fueron anunciadas luego que la madrugada del jueves 20 tres hombres forzaron la puerta principal, rompieron un ventanal, irrumpieron en el museo y se alzaron con el "Retrato de Suzanne Bloch" (1904) de Picasso y "Labrador de café" (1939) de Portinari, dos de las principales piezas del acervo y valuadas en unos 55 millones de dólares, según expertos. La acción duró apenas tres minutos y fue filmada por cámaras de seguridad dentro del recinto, aunque con imágenes poco nítidas. El museo, uno de los sitios más visitados de Sao Paulo, se encuentra sobre la transitada avenida Paulista.
En febrero de 2006, en Rio de Janeiro, un grupo de ladrones armados rindieron a vigilantes y turistas del museo "Chacara do ceu" y se llevaron obras de Salvador Dalí, Henri Matisse, Pablo Picasso y Claude Monet, con valor estimado en 50 millones de dólares.