"¡Judas!", jugó alguien a gritarle en uno de los conciertos que vino a dar en 2007 en Chile. Fue el momento de la actuación en que Nutria se quitó la guitarra acústica y se puso la eléctrica, tal como hizo Bob Dylan el día de mayo del '66 en que le gritaron "Judas" por, se supone, traicionar al folk y pasarse al rock o algo así. Se ve que Nutria conocía la historia: "¡No te creo!", jugó a responder, tal como el propio Bob Dylan hizo ese día, y es ese mismo movimiento el que este músico chileno, que ahora se llama Nutria N.N., confirma en su segundo disco. No hay traición ni nada parecido, sino lo contrario.
Hay fidelidad. El año anterior fue una revelación escuchar las canciones naturales de Nutria sobre todo a base de la guitarra acústica, bien llamado folk si venía de una estada de cinco año en Nueva York, pero también chileno, después de haber tocado aquí como parte del trío Maestro en los años '90. Ahora es igual de natural escucharlo, con algo más de guitarra eléctrica y con un grupo como respaldo. La sustancia es la misma, es la composición despierta y sensible, a veces igual de despojada que antes en "Cantan junto al río", otra canción emocionante como las que hizo en su primer disco (Roquerío, 2005) y sigue haciendo ahora.
Hay un "Chamuyo" en medio de Nutria N.N. y lo que viene después es una zamba con todas su letras, que hasta se parece a la "Zamba para olvidarte", del salteño Daniel Toro. Otra canción tiene un sitar pero se llama "Lágrimas de copihue". "Parallel flight" está basada en los versos de "Naves que vuelan en paralelo", del poeta chileno Julio Carrasco. La letra de "Cantan junto al río" habla de homeless neoyorquinos mientras "Tristeza de Lota" se llama así pero está cantada con sentimiento afroamericano y tocada con armónica y guitarra blusera: la traducción idiomática sería "Lota blues" y sería correcta. De buenos cruces así está lleno Nutria N.N., que como atracción extra tiene cinco canciones de las mejores del primer disco, en las que también hay un rock como el de "Atenas 399 A .C." y una tonada como la de "Detén el invierno". Nutria anda por donde quiere, y con guitarra eléctrica o de palo según quiera. De Judas nada.
