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Folk metal en la era post Ubiergo

Mohamed, violinista del grupo español, deja atrás la acusación de plagio al cantautor nacional que surgió el año pasado, y asegura que "no hicimos nada malo". Ahora sólo miran hacia delante, donde una presentación en Chile esta noche aparece como objetivo inmediato.

16 de Abril de 2008 | 09:34 |
Muchas historias y lazos se han tejido entre Chile y Mägo de Oz, banda española de folk metal que se ha presentado en reiteradas ocasiones en nuestro país, siempre con una masiva y particularmente fiel respuesta del público.

Ése era el antecedente más significativo hasta enero del año pasado, cuando otro llegó a instalarse en el lugar más alto de los vínculos entre el grupo y nuestro país: Su desclasificada canción "Para ella" era prácticamente idéntica a "Cuando agosto era 21", del cantautor local Fernando Ubiergo.

El autor de "Un café para Platón" se molestó, la banda aseguró que se trató de un error "tipográfico" (poner el nombre de Txus di Fellatio en lugar del de Ubiergo) hasta que el tema fue zanjado entre disqueras y abogados. Hoy ya forma parte de la trivia de Mägo de Oz, grupo para el que el problema está casi en el olvido.

"¿Que hemos invitado a Fernando Ubiergo a cantar? ¡Qué dices! No sé quién diría eso, yo no me he enterado de eso", dice el violinista Carlos "Mohamed" Prieto, sin recordar la propuesta inicial del líder (Txus), tras el estallido del conflicto.

"A nosotros nos afectó mucho, porque no fue un problema nuestro, sino de la discográfica, que cometió el error de no poner su nombre ahí o de poner el nombre de Txus en su sitio. Sabemos que no hicimos nada malo. Y bueno, entre las discográficas se arreglaron, asunto pasado y fuera", agrega uno de los responsables del sello épico en el sonido de la agrupación.

"Moha" habla con La Música a pocos días de iniciar una nueva gira, esta vez para promocionar el disco La ciudad de los árboles, nueva producción de temas originales tras un recopilatorio de éxitos y rarezas. "Estoy haciendo la maleta. No volvemos a casa en dos meses", dice.

-¿Y después de tanta gira se pierde un poco el cosquilleo?
-No, no. El cosquilleo sigue, claro. ¡Tiene que seguir!

-Ustedes han venido a Chile con mucha continuidad y siempre con una alta respuesta de público. ¿Es especial la relación que tienen con nuestro país?
-La respuesta de la gente normalmente en América siempre es muy mayoritaria, pero en Chile hay un cariño que nosotros notamos especial. Por eso hemos ido tantas veces, muchas más que a otros países. Además el mismo país nos encanta. Fíjate que el año pasado tuvimos tres días libres, y con el flautista (Fernando Ponce de León) alquilamos un coche y nos fuimos a dar una vuelta. Vimos los pingüinos Humboldt, es una belleza. Ya no es sólo la gente, es también el país. Nos gusta mucho.

-¿Y ahora tendrán la posibilidad de pasear?
-Tendremos dos días libres. No sé si nos dará tiempo, pero ojalá podamos seguir viendo cosas, realmente merece la pena.

-¿Crees que Chile es un país con un dejo rockero? Recientemente fue la cuarta actuación de Iron Maiden en nuestro país y llegaron 30 mil personas, muchos se quedaron fuera.
-¡Pero tú mismo me contestas! La verdad que sí, es muy rockero, y se nota en la gente también. Toda la gente que ves andando por la calle, cuando sales a tomarte una copa, hay mucha camiseta negra, mucho pelo largo.

-Ustedes promocionan un disco, La ciudad de los árboles, editado después de un álbum recopilatorio, con rarezas, dvd, algo que mira decididamente hacia la historia de Mägo de Oz. ¿Cómo ha sido volver a mirar hacia delante?
-Digamos que ese disco era como hacer balance, además fíjate que el otro día nos han dado un disco de oro por las ventas del último disco, y un disco de diamante por vender más de un millón de copias durante toda la carrera. Entonces era como hacer balance y seguir pa'lante.

-¿Y ahora entonces empieza una nueva etapa?
-No, no creo que empecemos una nueva etapa. Yo lo veo más como un punto y seguido. Una cosa de "bueno, está muy bien, pero aquí no acaba la cosa, tenemos que seguir sacando discos, nos queda muchísmo por hacer".

-José Andrëa (vocalista) había dicho que para el próximo disco querían regresar a los orígenes "canallas" y "pendejos" de Mägo de Oz. ¿Crees que lograron dar con eso en La ciudad de los árboles?
-Creo que sí, era el sentimiento que teníamos y lo que nos apetecía hacer. Si hubiéramos hecho "Gaia III" no hubiéramos hecho lo que teníamos dentro. Un disco es un estado de ánimo, y eso incluye la música, las letras, todo. Y lo que teníamos dentro nos empujaba a hacer canciones más directas, lo que no quiere decir que en vivo vaya a ser toda la cosa así. Tocamos canciones de seis minutos, pero las hacemos de diez y de quince también. No dejamos de ser nosotros mismos.

-Han dicho que el sonido del grupo es demasiado pop para los que escuchan heavy, demasiado heavy para los que escuchan pop y demasiado celta para los que no gustan de esa música. ¿Cómo definirías entonces al seguidor de Mägo de Oz?
-Yo creo que es un seguidor muy variado. No sólo es rockero, porque date cuenta de que también vienen muchos padres con sus hijos. Un chaval de quince años que se compra un disco nuestro, su padre tiene treinta y pico, o sea que escuchaba Deep Purple, Rainbow, entonces también le gusta la música que hacemos. Creo que estamos abiertos a todo tipo de público, la cosa es que les guste la buena música y que vayan a bailar y pasarse un buen rato.

-Siendo ya familiares para sus numerosos fans en Chile, ¿se ponen el desafío de hacer algo distinto en cada visita, o van más por lo que la gente espera tradicionalmente de ustedes?
-Lo que haremos esta vez es presentar el disco, unas seis o siete canciones, luego algunos clásicos, y luego canciones que nunca hemos tocado en Chile. Para que vean temas que para mí, que llevo veinte años tocándolos, son muy familiares, pero la gente en Chile, que no los ha visto nunca, estamos seguros de que también querrá verlos.

-Supimos que Frank (Francisco Javier Gómez, guitarrista) se operó, ¿cómo está?
-Se tuvo que operar, y el médico le dijo que no hubo ningún problema, sólo que la recuperación será un poco larga. Es un problema de columna y con eso no hay que jugar. Lo importante es que descanse, se recupere y se ponga bien.

-¿Se ha sentido mucho su ausencia?
-Sí, claro. Aparte de que yo conozco a Frank desde que tengo 16 años, de eso ya ha llovido un poco, así es que para mí es como un hermano.
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