Dan Simmons es un autor más que consagrado dentro de la literatura anglosajona de ciencia ficción.
Ediciones BSANTIAGO.- ¿Quién no ha soñado con tener la capacidad de leer la mente de otra persona? Muchos, probablemente. ¿Pero qué ocurriría si pudiera leer más de una mente? ¿Y si pudiera leerlas todas a la vez, pero sin control, como si fuera un incesante coro de mil voces que no se detiene jamás?
Esta visión más cercana a una pesadilla que a un sueño, es lo que explora el galardonado escritor estadounidense Dan Simmons en "El Hombre Vacío" (Ediciones B, 2007). Y que nos introduce en la vida del profesor de matemáticas Jeremy Bremen, quien esconde un antiguo secreto: su telepatía. Pero que lejos de disfrutar con su poder, trata de enterrarlo ante lo abrumador que es recibir simultáneamente miles de pensamientos ajenos.
Durante años Jeremy pudo vivir en paz gracias que su esposa Gail —que también es telépata— ha logrado bloquear esa marea. Pero con su muerte, queda nuevamente a merced de su incontrolable telepatía, lo que lanza a este profesor de matemáticas directamente a las fauces de la locura, en un viaje sin rumbo con fuertes semejanzas con el de Dante.
Dan Simmons es un autor más que consagrado dentro de la literatura anglosajona de ciencia ficción. De hecho, su mejor carta de presentación sigue siendo hasta hoy la tetralogía “Los Cantos de Hyperion”, compuesta por “Hyperion” (que en 1990 ganó los premios Hugo y Locus), “La Caída de Hyperion”, “Endymion” y “El Ascenso de Endymion”. Y que es una versión en clave ci-fi de “Los Cuentos de Canterbury”.
De manera más reciente, Simmons decidió sumergirse en otro clásico, "La Ilíada" de Homero, llevando la guerra de Troya al espacio en dos tomos: "Ilión" y "Olympo" (ambos títulos también en Ediciones B).
En este contexto, "El Hombre Vacío" —que se publicó por primera vez en 1992— está lejos de ambas sagas, pero representa cabalmente el estilo y la calidad de Simmons, que se ha aventurado tanto en la ciencia ficción como el terror y la fantasía. Y que en esta novela ofrece una particular lectura de la telepatía, ya que para Jeremy Bremen su don es casi una maldición.
Pero "El Hombre Vacío" también ofrece al lector una segunda lectura, ya que a través de la marea de pensamientos que abarrota la mente del protagonista, somos testigos de los terribles secretos de los otros, que al igual que Jeremy, son parte de una sociedad violenta, egoista e insensible. De esta forma, la mente del atormentado telépata se transforma casi en un espejo en el que se refleja lo peor de cada persona que se cruza con él.
Simmons lo logra de nuevo: una novela inquietante, que dejará al lector con una extraña sensación de inseguridad. Casi como si alguien estuviera escuchando sus pensamientos.