Famosos desconocidos

Viene recién bajando del avión, en vuelo desde Buenos Aires, pero Walter Piancioli ya está al tanto de que en el sur de Chile hay un volcán en erupción. "Qué quilombo, ¿eh?", dice. Willy, como lo conocen, ya sabe que la actividad del Chaitén ha producido temblores incluso en el sur de Argentina, y por el nombre de la provincia (el mismo que el del volcán) calcula que los sismos deben sentirse en la zona de Bariloche.

Pero Piancioli no es sismólogo ni vulcanólogo, sino tecladista y vocalista de Los Tipitos, una banda de alta popularidad en Argentina, pero prácticamente desconocida en Chile.

Con ellos estará esta noche en La Batuta, comenzando a pavimentar el camino que, esperan, les lleve a replicar un éxito que en su país se ha traducido en continuas presentaciones masivas y en premios como el prestigioso Gardel, que en sus versiones de 2006 y 2008 les entregó el galardón a "Mejor grupo pop".

Un arribo algo tardío, considerando que el grupo tiene su origen en 1994 y que terminó de instalarse en lo alto de la popularidad con el álbum Armando Camaleón, de 2004.

"Nosotros estuvimos acá hace dos o tres años, pero realmente nos cuesta mucho llegar a Chile. Parece que no, pero la cordillera es una gran barrera", explica Willy.

-¿Cómo es la dinámica de Los Tipitos en Argentina?
-Tocamos mucho en fiestas populares, que nos contratan mucho y nos gusta, porque hay público muy diverso, familias enteras, con los nenes. Nuestro público es muy heterogéneo, van de todas edades a vernos. Hace poco presentamos nuestro último disco (Tan real, 2007) en el Teatro Ópera y la diversidad de público era sorprendente.

-¿Por qué crees que se da esa diversidad?
-Me imagino que es por el tipo de canción, que no tiene un corte de ghetto juvenil, como pueden ser los punks o los dark. No tiene esa cosa media sectaria, no pertenece a ningún modismo.

-Y estilísticamente, entonces, ¿cómo definirías la música de Los Tipitos?
-Son canciones que se pueden tocar con una guitarrita, pero vestidas de rock.

-Con 14 años de trayectoria y alta popularidad en Argentina, ¿cómo es venir a un país distinto y hacer una presentación pequeña, incluso un poco under?
-Nos pasó el año pasado en España. Tuvimos la misma vivencia de hace doce años atrás, cuando en Argentina nuestro método de venta era tocar en vivo. Vuelvo a sentir lo mismo cada vez que nos sucede esto, en que la gente no te conoce y te escucha: siento que la banda se vende muy bien en vivo, que gusta a una primera oída. Es difícil ir a ver a una banda de la que no conoces ningún tema, pero si suena bien al menos te quedas a escuchar. Y con estas presentaciones vuelvo a tener la sensación de que sonamos bien, después de años de haberla perdido, ya que en Argentina nos conocen mucho, entonces no tengo esa referencia del tipo que escucha por primera vez. Allá está la gente que se sabe los temas, que grita, que salta.

-En Chile se está editando Armando Camaleón, ¿por qué el sello optó por ese disco y no por Tan real, que es el último?
-La verdad que no tengo ni idea, sé que el último disco se está por editar acá en Chile, pero no sé por qué eligieron Armando Camaleón. Sé que estuvo en trámite de editarse antes de que apareciera Tan real, así es que me imagino que se debe a eso, para cumplir el orden lógico. Además Armando Camaleón fue el disco que nos hizo muy populares en Argentina, cuando la gente empezó a enterarse de que Los Tipitos existían, más allá de nuestro público de siempre.

-¿Qué es lo que mostrarán en vivo?
-Vamos a mostrar canciones de Armando Camaleón y un par de temas de Tan Real, del que a lo mejor han visto dos cortes en algún cable de música. Hacemos una versión de "Mil horas", que grabamos para Calamaro querido, y luego haremos una sección de música disco de los 80, que hacemos siempre y que es muy bien recibida por la gente. Tocamos covers de Kool & The Gang, de Michael Jackson...

-¿De dónde viene la idea de hacer ese segmento?
-Nosotros tocamos muchos años en la calle, en una peatonal en la provincia de Buenos Aires. Hacíamos espectáculos para todo público, pero orientado a un show callejero, donde hacíamos algunos participativos, invitábamos a gente a tocar unos bombos, unos platillos. Y a la gente le encantaba, así es que después lo adoptamos para los shows grandes y eléctricos, y a la gente le siguió gustando. Está hecho con guitarras, suena un poco más rockero.