EMOLTV

Let it be (deluxe edition)

22 de Mayo de 2008 | 11:32 |
imagen

A principios de los '80 el rock americano estaba al borde del colapso. Basta chequear American hardcore (2006). El documental, inspirado en el celebrado libro homónimo, certifica como el derechismo de Ronald Reagan hizo que muchos jóvenes despiertos radicalizaran el punk. "Seguíamos escuchando a los Beatles y The Doors. Supuestamente debíamos idolatrarlos, pero no era nuestra música", contextualiza la activista punk Angie Sciarappa. Después, Keith Morris (Circle Jerks y Black Flag) agrega: "Las bandas tenían un patrón: Journey, The Eagles, Fleetwood Mac. Grandes bandas, pero cuando las escuchas constantemente una y otra vez, te dan ganas de vomitar. O lanzarte de un precipicio. O contra un bus en movimiento".

The Replacements vienen de allí: entre el miedo y el asco de soportar una industria cultural que funcionaba como correlato al imperio yuppie ochentero: dinero, miseria, cocaína, ropa y automóviles nuevos. Así, no solamente asumen como acción de arte robar un título Beatle sino que se burlan de Kiss (el cover de "Black diamond" los enfureció). También homenajean el glam de T. Rex ("20 century boy"). Explicitan su devoción por el power pop de Big Star ("Sixteen blue") y el country-soul ("Androgynousm"). O aparecen con un inédito bonus del hit sesentero "Templation eyes". Y, sobretodo, en un gesto significativo, son capaces de pasarse del brutal hardcore tipo Bad Brains al R&B de pianos y chasquidos de dedos ¡en una misma canción! ("We're comin'out).

Escuchar esta versión remasterizada de Let it be aprieta el pecho. ¿Cómo permanecer distante ante una obra que está hecha precisamente para lo contrario? Bastan los primeros treinta segundos de la extraordinaria "Unsatisfied" para desarmarse. Allí, ante unas guitarras country rock, el gran Paul Westerberg ataca: "Mírame a los ojos / Dime: ¿estás satisfecho?". En inglés la palabra, más que sexual tiene una connotación existencial: ¿eres feliz? ¿lo lograste? ¿superaste tanto tus miedos que puedes enumerarlos?.

Y mientras nos armamos de nuevo, nos enteramos como después de esto The Replacements fue desintegrándose entre noches de alcohol (se dice que dependiendo de eso sus recitales podían ser los peores o los mejores del mundo) y el olvido. Westenberg aun hoy reclama desde su torre de marfil solista por qué toda la escena indie alternativa se llevó todo el crédito. Incluído sus colegas R.E.M (el guitarrista Peter Buck participó acá) que partieron de las mismas influencias hardcore punk y power pop.

¿Será ése el precio de tipos como Westerberg que resisten en convertirse en producto de consumo? Porque cualquier manager sabe que es inútil (supuestamente) proyectar la bestia pop de los compositores. Basta idealizar el look, declaraciones de prensa y arreglos que se supone "la llevan" en determinado período. Y variar el concepto periódicamente como las bebidas light y zero. Pregúntenle a Arctic Monkeys. Y The Replacements siguen cantando: "oh, cómo odio tu máquina contestadora", cerrando esa clase de disco que todos olvidaron componer.

—JC Ramírez Figueroa

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?