Imagine por un instante a Barack Obama o a John McCain con un chip en su cabeza que les permitiera recibir, en tiempo real, información sobre la conducta y preferencias de los electores. ¿Cuán independiente sería su conducta? ¿De qué manera esto podría afectar el resultado de unas elecciones? ¿Es esto un peligro para la democracia? Esta es la premisa de “Interfaz” (Ediciones B), novela a cargo de un “peso pesado” de la ficción, como es Neal Stephenson, y J. Frederick George.
El gobernador Cozzano sufre una apoplejía poco antes de iniciar el largo camino de las primarias para definir al candidato que disputará la Presidencia de Estados Unodos. Y eso pone en riesgo la posibilidad de triunfo de su partido. Pero hay una opción.
Como parte del tratamiento surge la idea de implantar en su cerebro un biochip experimental, que además de resolver la apoplejía, le permitirá conectarse a un ultramoderno sistema de encuestas electorales. Y de esta forma, Cozzano tendrá acceso en tiempo real a la información sobre las reacciones, deseos y sentimientos de los electores, la que recibirá directamente a su cerebro. ¿Esto lo convierte en el candidato perfecto? ¿O la existencia del biochip en una intromisión en el funcionamiento del sistema político?
Esas son sólo algunas de las interrogantes que surgen en el camino, sin mencionar que todavía queda pendiente una gran pregunta: ¿Es independiente y libre la voluntad de este candidato a la Presidencia, equipado con esta tecnología en su cerebro? ¿Quién es realmente la mano que lo controla?
“Interfaz” —publicada por primera vez en 1994— es un apasionante tecnothriller sobre la política electoral estadounidense, con una visión muy actual de las fuerzas que realmente pueden orientar una elección presidencial en EE.UU. y probablemente en cualquier otro país.
Y es que este título tiene el aval de Neal Stephenson, una autoridad en el género de ficción, y que entre sus obras más galardonadas se pueden mencionar “Snow Crash” (1992), “Criptonomicón” (1999), publicado también por Ediciones B en tres partes, y su megasaga del Ciclo Barroco (en inglés son tres libros y en castellano ocho).
Sin embargo, J. Frederick George no es precisamente un desconocido. Su verdadero nombre es George Jewsbury, un académico y profesor de Historia, que además es tío de Neal Stephenson. Un dato no menor.
Experto en la Unión Soviética y la Rusia de hoy, ambos trabajaron juntos en “Interfaz” y “The Cobweb” (1996) bajo diferentes seudónimos.
En síntesis, una mirada al interior de la política y la manera en que la tecnología puede ser capaz de influir en las clásicas campañas electorales. Y si no lo cree, sólo mire la relevancia que han tenido en EE.UU. los blogs y la recaudación online de Demócratas y Republicanos. La ciencia ficción ya se instaló en el camino a la Casa Blanca.