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"Casi no improvisamos"

Antes del exitoso show que el trío inglés dio el pasado 26 de julio en el Teatro Caupolícán, el bajista Christopher Wolstenholme habló del funcionamiento, los planes y las escuelas de la banda. Algunas insospechadas: "Rage Against The Machine nos influenció mucho en la energía que tenían sobre el escenario", dice.

29 de Julio de 2008 | 17:23 |

La cita con Christopher Wolstenholme es en uno de los salones de un lujoso hotel en Santiago, pero a pesar de entorno el bajista del trío rockero inglés Muse se muestra simpático y ameno. Cero "rockstar". Algo difícil de imaginar especialmente si apenas unas horas después de esta entrevista el grupo mostraría el desplante tan estéticamente "cool" con que presentaron su nuevo disco H.A.A.R.P. en el Teatro Caupolicán el pasado sábado 26 de julio. Pero al parecer eso es sólo parte del show. Bajo el escenario, el bajista se echa sobre uno de los silloncitos del salón y todo se relaja.


La parada inicial del tour sudamericano de este trío fue en Buenos Aires, donde Muse hizo dos shows. Y el primero fue un poco fome a los ojos de Wolstenholme.


-Es que pusieron sillas -explica. El segundo estuvo harto más prendido, recuerda. Y en Chile no hubo nada de qué quejarse. Muse es una banda que sabe de conciertos. Integrada por Matthew Bellamy (voz, guitarra y piano), el propio Christopher Wolstenholme (bajo) y Dominic Howard (batería), durante los últimos años ha sido vitoreada por sus grandes espectáculos, catalogados incluso como los mejores conciertos de rock del mundo.


Agujeros negros y revelaciones: la evolución de Muse


Con cinco discos grabados llegó el grupo a Chile, tras editar los álbumes Showbiz (1999), Origin of symmetry (2001), Absolution (2003), Black holes and revelations (2006) y el citado disco en vivo H.A.A.R.P. (2008), grabado en el estadio de Wembley, en Londres.


-¿Qué expectativas tenían del público latinoamericano?
-La verdad es que no teníamos expectativas. Hemos hecho tantos shows que ya no sabes qué esperar. Igual cuando uno llega a tocar a lugares nuevos es como volver al  principio, cuando a veces esperabas que nadie te fuera a ver. Pero ahora sólo te entregas a hacer un nuevo show en un nuevo lugar.


-¿Alguien les contó algo sobre Chile o sobre su música?
-Para nada. No sabemos mucho de Chile, pero de seguro me gustaría conocer algo.

Es uno de los momentos en los que es posible darse cuenta de que los artistas extranjeros no suelen interesarse de veras en la bandera chilena ni en la chupalla nacional que horas más tarde el líder de la banda ocupó en su concierto para cantar "Feeling good" en el Teatro Caupolicán. Aunque de todas formas el efecto funcionó y muchos cayeron en el juego.


-¿Qué cosas son influencias para Muse?
-La influencia ha cambiado a través de los años. Cuando empezamos nos gustaban las bandas más… (hace la mímica de un metalero). Luego algo de los Smashing Pumpkins, Nirvana, Sonic Youth y la música clásica. Rage Against The Machine también nos influenció mucho en la energía que tenían sobre el escenario.


El origen de la simetría: este grupo no improvisa


De hecho fue en 1995, en un concierto de la mencionada banda de rap metal Rage Against the Machine, que Wolstenholme y sus compañeros alucinaron con la vitalidad del guitarrista Tom Morello, el cantante Zack de la Rocha y compañía, algo que definitivamente los empujó a realizar los potentes y energéticos conciertos que se mandan ahora. "Creo que lo que intentamos es mantener vivo el momento", concluye.


-¿Qué les pasa antes de subir al escenario, sienten la presión de la gente que esperando un show alucinante?
-Bueno, a veces te pones un poco nervioso, pero pocas veces hemos tenido un show realmente malo. Quizás sólo algunos que no son tal cual esperábamos, pero como tocamos tanto muy pocas cosas pueden salir mal. De hecho casi no improvisamos en el escenario. Por las imágenes en las grandes pantallas y la iluminación, todo tiene que estar muy coordinado.


Quizás es esa exactitud, ese reloj tan "british", lo que ha logrado que Muse sea parte de las listas de los mejores espectáculos del mundo. La experimentación se la guardan para el estudio de grabación. Lo que puede variar entre un concierto y otro es casi igual al cero.


-¿Qué pasa con los críticos, los culpables de que una banda pueda estar en la gloria y semanas después en el infierno?
-Creo que las cosas negativas son cosas que se pueden decir de una banda sin conocer realmente cómo es y crear muchas expectativas. Muchos escriben sin darse el tiempo para conocer realmente el trabajo. Me acuerdo de que al principio de nuestra carrera un crítico escribió sobre nosotros y puso "this is shit shit shit" ("Esto es mierda, mierda, mierda"). Y bueno, aquí seguimos.


Sin duda la opinión de ese crítico importó poco. Muse ha logrado atravesar muchas de las barreras que imponen la industria musical y a veces el mismo público, que hoy es cada vez más variado y exquisito. Con tanta definición musical entre rock, progresivo, punk, post-punk, indie rock o neo folk, es mejor saber de parte de la propia banda cómo consideran su sonido.


-Es difícil decirlo, porque ha sido un proceso largo, especialmente en los dos últimos álbumes que son tan diversos. En Black hole and other revelations las canciones no podrían encasillarse en una determinada categoría, así que finalmente de verdad creo que lo que hacemos es describir con la mente muy abierta cada preciso momento.

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