SANTIAGO.- Luce distinta Nicole Natalino, respecto de la adolescente que hasta hace poco más de dos años todavía era parte del grupo Kudai. Un conjunto en que el negro y el delineador son la norma, y en el que sus integrantes se transformaron en la inmediata referencia visual que tienen las generaciones más antiguas para identificar a las tribus de la actualidad.
Así es como hoy trepan exitosamente por México, mientras su ex compañera habla en Santiago, vestida de colores claros y alegres, de su venidero disco. El álbum aún no tiene título, pero hay una cosa que la cantante de 19 años tiene bien definida: "Tiene que ser algo positivo", afirma.
"Cuando partimos con Kudai el disco se llamó Vuelo. Bien. Pero después le pusimos Sobrevive, y ahí...", y deja suspendida la idea mientras hace un gesto mirando al suelo. "Y ahí todo se vino abajo", podría ser lo que está tratando de decir, y que es, a fin de cuentas, lo que sucedió con su paso por la agrupación.
Una experiencia a la que, vista de afuera, no le faltó una cuota de dramatismo, que coronó con la querella que puso en tribunales en contra del mánager del grupo, Pablo Vega.
Pero ni siquiera para hablar de ello pierde la sonrisa. Es que Nicole Natalino está de regreso. Oficialmente, desde esta semana, cuando llegó a las radios la canción "No hay más", el primer adelanto de un disco que "sale antes de fin de año" y que "está quedando súper bien, súper variado". La ocasión también la hizo debutar con su nueva identidad: "Nico", simplemente, será el nombre que la identifique.
El primer sencillo, de tintes melancólicos y fondo esperanzador, lo trabajó junto a Gustavo "Guz" Pinochet, ex compositor de Kudai que se retiró de la agrupación al mismo tiempo que ella, y que ahora la acompaña en el desarrollo del disco.
"Quise participar harto de este proyecto, que a diferencia de los otros éste fuera un disco de hablar cosas propias, temas o estilos que me gustaría tocar. Yo no soy cerrada en un estilo. Quise mezclar varias cosas, y con 'Guz' nos conectábamos", cuenta.
-¿En qué consistió tu involucramiento?
-Más que nada quise sugerir temas, porque igual estuve alejada de la música y antes tampoco me había tomado el tiempo para componer. Entonces creo que eso es algo que necesita tiempo, no es llegar y hacer una letra. Requiere más preparación.
-Después de trabajar en un proyecto tan comunitario, ¿qué tan complicado fue lanzarse sola?
-Es un desafío, es primera vez que hago algo en solitario, pero tengo un equipo grande detrás mío, me siento súper apoyada. Pero me gusta, siempre me ha gustado hacer cosas nuevas.
-Tras tu salida, la postura de integrantes de Kudai era no hablar de ti. ¿Qué te pareció la forma en que enfrentaron el tema?
-Para mí el grupo fue parte de mi pasado, de mi desarrollo. Siempre me voy a acordar de eso, porque fue una experiencia súper linda. Aprendí muchas cosas y mucho de lo que soy ahora es por eso, así es que siempre voy a tener palabras para ellos. Lo otro lo veo como su postura personal. La mía es diferente. Es cosa de ellos.
-¿Tu salida se debió a problemas personales, como se dijo en un principio, o por conflictos administrativos y laborales con Pablo Vega?
-No me gusta tocar mucho ese tema, porque no me gusta crear polémica. Fue un ciclo que para mí se estaba cerrando, situaciones que se dieron en un momento y cada uno tomó su camino. Y fue lo mejor, porque yo nací a la música en Ciao, me desarrollé con Kudai y ahora quiero empezar una etapa nueva.
-Pero pusiste una querella en contra de Pablo Vega...
-Es que esas cosas ya dan lo mismo. Como estoy en un proyecto nuevo quise dejar todo atrás y comenzar de nuevo. Da lo mismo, después las cosas se dan solas.
-Hoy el grupo goza de un estatus continental. ¿Está entre tus planes alcanzar alturas similares?
-Yo estuve en un momento en Kudai en que hicimos varias giras, y siento que me dio un colchón. Me siento súper preparada. Ir afuera ahora se puede hacer más rápido gracias a la tecnología, y eso quiero hacer. No partir uno (país) por uno, sino todos al mismo tiempo.