Asalto

Desde la influencia del rock de varios de sus integrantes hasta la influencia de ser hijo del mejor guitarrista folclórico chileno que trae el cantante, los Porfiados de la Cueca tienen su propia fisonomía entre los nuevos grupos cuequeros chilenos, y entre la tradición y la actualidad. Su primer disco, Las cuecas contraatacan (2003), ya era más rockero que el promedio, y ahora el grupo santiaguino vuelve cargado de letras sobre temas contingentes que refuerzan lo urbano que tienen estas cuecas.

De hecho el disco se llama Asalto y las canciones parten encadenadas como episodios de una misma historia. Es una historia de asaltantes, entre el atraco, la huida, la repartija y lo que en las noticias llaman la reducción de las especies, pero que en esta cueca se canta con la muletilla "Me voy pa'l Persa". Pronto el repertorio se desmarca hacia otros asuntos, entre ellos los apagones de las protestas de los años '80 o una crónica de viejos cines rotativos donde desfilan los teatros Moderno, Metro, Chile, Imperio, Huelén, Lido, Gran Palace, Astor, Alessandri, Maipo, Continental, Ideal Cinema, Prat, Plaza, Rex, Bandera y el remate "Qué pantalla tenía / Santa Lucía".

La cantante Javiera Silva, el guitarrista Juan Pablo Villanueva y el bajista Javier Vegara son nuevos Porfiados desde julio de 2007, y eso también tiene sus efectos. En particular Villanueva no suelta la guitarra eléctrica ni deja de hacer constantes floreos e introducciones, y si la séptima canción tiene un ritmo inesperado no se trata de un espejismo, sino del derecho del grupo a tocar un ska o, más adelante, un minuto de surf rock. También hay distintos estados de ánimo, cuando una canción sobre una fuga frustrada de presidiarios de verdad de oye triste, o cuando llega el tributo al guitarrista Humberto Campos: ésa es una canción del veterano folclorista Eugenio Moglia, cantada por Marcelo Campos, hijo del maestro, y rubricada por una toma del propio Campos padre tocando por unos segundos su impecable guitarra en algún vals de tono sepia. En un disco con cuecas sobre los apagones y los cines viejos, ésos son los segundos de mayor historia.