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Obra maestra de Rafael vuelve a ser exhibida

La obra "La Virgen del Jilguero", que muestra a la virgen con dos hijos acariciando un jilguero, ha sobrevivido a todo, desde el colapso de una casa en 1547 a los estragos del tiempo y los errores de intervenciones pasadas.

02 de Noviembre de 2008 | 11:13 | Reuters
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Rafael, quien vivió de 1483 a 1520, pintó el cuadro aproximadamente en 1506 como regalo de bodas para Lorenzo Nasi, un rico comerciante de lana.

Agencias

FLORENCIA.- Después de 10 extenuantes años de estudio y restauración que pusieron a prueba la tecnología y la paciencia humana, una de las mayores obras maestras del renacimiento italiano está a punto de volver a ser exhibida en público.

"La Virgen del Jilguero" de Rafael es una sobreviviente.

Este óleo sobre madera de 107 por 77 centímetros que muestra a la virgen con dos hijos acariciando un jilguero, ha sobrevivido a todo, desde el colapso de una casa en 1547 a los estragos del tiempo y los errores de intervenciones pasadas.

El resultado de la restauración es asombroso. Siglos de una película de mugre han desaparecido. Las mejillas de la virgen están rosadas. Sus túnicas son de un rojo y azul profundos y uno casi puede escuchar la cascada del arroyo del campo toscano en el fondo.

"Este paciente nos ha dado la mayor cantidad de escalofríos y noches de insomnio", dijo Marco Ciatti, director del departamento de pintura del Opificio Delle Pietre Dure de Florencia, uno de los laboratorios estatales de restauración artística más prestigiosos de Italia.

"Pasamos dos años enteros estudiándola antes de decidir si restaurarla o no porque con el daño que sufrió en el pasado -el cual se veía con claridad en los rayos X- un intento de restauración podía salir mal", sostuvo Ciatti.

La vista de equipos de rayos X, tomografías computarizadas, fotografía reflectante infrarroja, láser, hombres y mujeres en delantales blancos, y microscopios y guantes de látex parece el material propio de los hospitales, y en muchos sentidos lo es.

Pero Opificio no es ninguna sala de emergencias. Lo tiene todo salvo las presiones del tiempo. Es un lugar de lenta curación.

"En el pasado decidíamos no restaurar algo porque los riesgos de dañar o alterar el original eran demasiado considerables", dijo Ciatti, de 53 años.

"Nos vemos como doctores que atienden pacientes en conjunto en vez de concentrarse en una enfermedad específica", agregó.

Rafael, quien vivió de 1483 a 1520, pintó el cuadro aproximadamente en 1506 como regalo de bodas para Lorenzo Nasi, un rico comerciante de lana.


DOS HIJOS

Conocido en Italia como la "Madonna del Cardellino", la pintura muestra a la virgen con dos hijos que simbolizan al joven Cristo y Juan Bautista. El jilguero es un símbolo de la pasión futura de Cristo porque el ave se alimenta por entre las espinas.

Cuando la casa de Nasi se derrumbó en 1547, la obra se destruyó en 17 pedazos. Ridolfo di Ghirlandaio, un contemporáneo de Rafael, usó clavos para unir las piezas y pintura para ocultar las fracturas.

Posteriormente pasó a conformar la colección de la poderosa familia Medici de Florencia, la cual encargó varias intervenciones para cubrir los rastros de las fisuras.

Durante los últimos 10 años, Patrizia Riitano, de 52 años, ha estado viviendo, respirando, soñando y tocando a Rafael. Su ojo derecho lo ha estado examinando y su mano derecha lo ha estado limpiando y retocando.

"Solo soy una técnica", dijo la principal restauradora del proyecto con humildad. "Pero sí, pienso que probablemente conozca esta pintura casi mejor que Rafael. El la vio, seguro, pero todos estos años yo la he estado viendo con un microscopio", añadió Riitano.

Ella sacó la pintura de una caja de madera con la seguridad de alguien que lo ha hecho varias veces -como un mecánico que cambia un neumático- pero luego la colocó suavemente sobre el centro de un caballete con el amor de una madre que le ajusta la bufanda a su hijo en un día de invierno.

"Pensando en ello, he pasado más tiempo con la pintura que con mi hija", dijo Riitano, una veterana de la restauración con 30 años de experiencia.

Restauradores anteriores cubrieron fisuras y pintaron hacia fuera, cubriendo las pinceladas de Rafael. Ella en cambio quitó la cobertura y pintó hacia adentro para dejar ver más de lo que había hecho el célebre pintor italiano.

Ella se detenía en general cuando llegaba al barniz transparente original que Rafael colocó sobre la pintura una vez terminada, de modo que Riitano supo que todo lo que estaba debajo de eso era de él. Fueron conservados algunos rastros del tiempo y las tribulaciones para mantener un equilibrio general en el cuadro.

"TAL VEZ UN MENSAJE DE TEXTO"

"Me pregunto si estaría satisfecho. Así lo espero. Tal vez él me envíe un mensaje de texto desde el más allá", dijo Riitano.

El mes próximo, la pintura entrará en exhibición en el Palazzo Medici de Florencia en el marco de una exposición sobre la restauración. Luego regresará a su hogar original en la sala 26 de la Galería Uffizi.

"Lo celebraremos como el regreso de una hija pródiga", dijo Antonio Natali, el director de Uffizi.

Si bien Riitano fue la principal restauradora, la enorme iniciativa fue un trabajo en equipo de unas 50 personas, incluyendo especialistas en madera y técnicos en fotografía.

Los expertos en madera decidieron que los grandes clavos que sostenían las partes de la pintura unidas debían permanecer porque quitarlos haría más daño que beneficio y que los clavos pequeños y deteriorados debían irse.

"Fue un proceso muy largo. Tuvimos que decidir qué quitar, cuándo quitarlo", señaló Riitano.

Ciatti, el director del departamento de pintura, dijo que pese a lo gratificante que era el proyecto, la verdadera alegría era compartir innovadoras técnicas y descubrimientos científicos.

"También funcionamos como un centro técnico y de investigación. Cada restauración, ya sea que el artista es un gigante o no, es parte de un esfuerzo mayor por ayudar a futuros restauradores. Nosotros publicamos todo lo que hacemos", aseveró Ciatti.

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