Hitchcock junto a la actriz Kim Novak durante el rodaje de ''Vértigo''. Ella fue una de las pocas actrices a las que no habría soportado.
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SANTIAGO.- Un Alfred Hitchcock enamoradizo durante sus rodajes y torturado por su gordura, es el que retrata el crítico español Ramiro Cristóbal en su libro "Alfred Hitchcock: 14 películas imprescindibles", que aborda algunos de los temas más controvertidos del destacado maestro del cine de suspenso.
En una entrevista con el diario español 20 Minutos, el biógrafo definió a Hitchcock como un hombre que habitualmente se enamoraba de las actrices rubias, que predominaban en sus filmes.
La principal obsesión de Hitchcock fue Tippi Hedren, la actriz que protagonizó "Los pájaros" y luego fue nuevamente llamada por el realizador para participar en "Marnie". El propio realizador habría diseñado un remolque lleno de lujos especialmente para ella, acompañado de notas apasionadas con su rúbrica.
Cristóbal afirma en su libro que a mediados del rodaje, "una noche Hitchcock acudió al remolque de Hedren y, por primera vez en su relación con ella (y seguramente en toda su vida), le hizo francas proposiciones de tener relaciones sexuales que, naturalmente, fueron rechazadas".
Así es como en la biografía se retrata al director como un hombre complejo, falto de amor, lo cual suplía por un uso y abuso obsesivo de la comida y el vino.
Otras mujeres por las cuales habría tenido afectos son Ingrid Bergman y Grace Kelly, aunque con ellas tuvo un trato más bien profesional. "A Grace Kelly intentó rescatarla para el cine siendo princesa. A ella le hubiera gustado, aún siendo princesa, trabajar de nuevo con el director británico, no obstante, se impuso el protocolo", cuenta el crítico.
Por el contrario, la actriz con la que nunca pudo tener un buen trato fue Kim Novak, con la que tuvo que trabajar por imposición de los estudios.
