Navegando contra los tiempos

En tiempos de extrema valoración por lo indie, en que los discos autónomos se lanzan por montones, en que muchos de los grandes músicos buscan nuevas formas de ofrecer su arte, y en que Internet y MySpace asoman como los lugares de salvación de la música popular, De Saloon parece una isla. Por primera vez en sus diez años de existencia el grupo penquista se ligó a un sello (Feria Music) y hoy hablan de Delicada violencia, editado a fines de 2008, de una forma que verdaderamente se asemeja a un viaje en el tiempo.

Términos como "firmar", "contrato" y "promoción" son usuales en el proceso en que el trío se sumergió para su cuarto álbum, y ellos lo asumen con satisfacción y sin prejuicios. "La gente de la industria con la que hoy trabajamos nos conocía de cuando íbamos a sus sellos y terminábamos diciendo 'no, lo vamos a hacer solos'. Y eran tiempos en que eso era lo raro, trabajar solos. Fuimos casi creadores de este sistema, siendo que nosotros lo que siempre buscamos era un contrato que no se nos dio nunca, no es que quisiéramos ser independientes", cuenta Jean Pierre Duhart.

De ese modo grabaron un tema que se transformó en inesperado éxito ("Esfumar") y luego tres discos independientes. "Y cuando ya no existe eso de que un sello contrate a una banda, nosotros firmamos por una buena cantidad, grabamos afuera con buenos productores, tenemos proyectos. Eso también va de la mano de que somos una banda popular, que saca su disco y se vende, lo que ya es una excepción", cuenta "Piero" sin falsa modestia.

-¿Por qué crees que lograron tal popularidad desde la independencia? Viven como en el proceso contrario, porque para lograrlo antes había que tener los apoyos que ustedes recién ahora tienen.
-Claro, nosotros lo hicimos muy solos. En 2009 cumplimos diez años, ya hay cuatro discos, pero en los primeros siempre pensamos que la mejor opción era trabajar solos. Y ahora, por el contrario, andábamos buscando un buen contrato, que se nos dieran las condiciones para hacer nuestra música, y se nos dieron. Pero ese trabajo independiente nos llena de orgullo, porque nos transformamos en una de las bandas más populares de Chile pagándonos los discos, yendo a tocar a todas partes.

-¿Qué búsquedas imperaban entre ustedes a la hora de preparar Delicada violencia?
-Con el disco anterior (Abrázame, 2006) nos habíamos transformado en una banda popular, firmamos para editar en México, tocamos para mucho público. Este disco tenía que corroborar todo eso, y por eso decidimos trabajar con un productor extranjero de la talla de Tweety González, que ha ganado premios, ha trabajado con artistas que admiramos. Entonces dijimos "si hicimos todo eso de forma independiente, ahora que firmamos con un sello queremos que pase lo mismo, que sea la guinda de la torta". Queremos que Delicada violencia ponga a De Saloon en el mapa como una de las grandes bandas chilenas.

-Ustedes son un trío desde sus orígenes, una formación que en algunas bandas restringe un poco el sonido. ¿Cómo han manejado eso en las distintas etapas del grupo?
-Claro, somos los mismos tres integrantes desde Concepción. Pero cuando partimos éramos cuatro, hasta que antes de venir a Santiago nuestro guitarrista se casó, viajó, y nos quedamos como un trío de manera bien forzosa. Entonces dijimos "¿qué hacemos, seguimos, se acaba el grupo?". Ahí decidimos grabar un tema, ya que como trío no podíamos tocar en vivo. Ese tema fue "Esfumar", y lo más divertido es que llegó a las manos correctas y empezó a sonar en las radios inmediatamente. Con eso decidimos seguir así, más algún amigo que siempre nos acompaña en vivo y un músico de apoyo al grabar un nuevo disco, porque a la hora de hacer música tenemos ese concepto de cuarteto que nos quedó de la génesis del grupo. Hacemos más arreglos de guitarras, de teclados, por eso el sonido de De Saloon no es el de un power trío, sino un espectro mucho más amplio.

-¿Y cómo crees que se dio esto al grabar Delicada violencia?
-Fuimos a grabar con la misma idea que teníamos en los discos anteriores, pero pasó todo lo contrario. Llegamos con 20 temas, nos juntamos con Tweety, escuchamos las canciones y decidió que sólo fueran diez. Había canciones que nos gustaban y que no quedaron, pero él y Richard Coleman nos enseñaron que la idea era también generar un concepto sonoro a la hora de hacer un disco. En ese sentido nuestros álbumes anteriores eran más dispersos: Estaban bien rockeros, luego se iban a la balada muy balada, después pasaban a un mid-tempo. Entonces quisimos generar un concepto sonoro y dejarnos producir.

-Esas diez canciones que quedaron fuera, entonces, no entraban en el perfil del disco.
-Claro, no en el perfil que ellos querían. Nosotros decíamos "nos gusta esta canción", y ellos nos respondían "sí, pero esa canción ya está en sus discos anteriores". Esa canción depresiva y de coro rockero ya estaba, entonces para qué repetirse, y ésas son cosas que uno va aprendiendo con el tiempo.

-Y algo de eso se nota en el disco, que está bien guitarrero y efectivamente menos depresivo...
-Sí, está guitarrero, pero también están esas canciones lentas que la gente busca en De Saloon. Siempre me comentan de las letras tristes, depresivas, de las canciones intensas. Y lo que más me gusta a la hora de hacer música es que ya hay un tipo de canción que la gente busca en los discos de De Saloon. Y lo más bonito es que las encuentren.