LONDRES.- La ciudad inglesa de Liverpool cerró el sábado con un gran espectáculo de fuegos artificiales su año como Capital Europea de la Cultura, y pasó el testigo a Linz, en Austria.
Unas 35.000 personas se reunieron para ver los fuegos de artificio sobre el río Mersey y seguir la ceremonia en la que Liverpool pasó oficialmente el testigo a la ciudad austriaca de Linz.
Entre los grandes momentos del año figuran el concierto en verano de uno de los hijos más célebres de la ciudad, el ex Beatle Paul McCartney.
La ciudad también acogió el Premio Turner de arte contemporáneo y los premios europeos de música MTV, así como exhibiciones de arte, conciertos y un festival de teatro de la calle.
Durante el año fueron organizados más de 7.000 eventos, en los que participaron unos 10.000 artistas en todo Liverpool y alrededores. Millones de libras fueron también invertidos en nuevas instalaciones.
El director de los eventos, el productor de televisión y guionista Phil Redmond, dijo que "cambiaron la percepción de la ciudad", marcada por el desempleo y el declive económico de la década de los 80.
El alcalde de Liverpool Warren Bradley dijo: "La gente que creía que Liverpool era un lugar deprimido y dejado de la mano de Dios ha podido ver Liverpool bajo una luz completamente diferente".
