El submarino de 7 metros, que será lanzado desde una embarcación de investigación estadounidense, recorrerá la parte sumergida del hielo al final del glaciar Pine Island.
Reuters
PUNTA ARENAS.- Un submarino robot amarillo se sumergirá debajo de una barrera de hielo en la Antártida, a fin de buscar evidencia sobre aumentos en los niveles del mar en uno de los lugares más inaccesibles de la Tierra.
El submarino de 7 metros, que será lanzado desde una embarcación de investigación estadounidense, recorrerá la parte sumergida del hielo al final del glaciar Pine Island, que se está moviendo más rápido que cualquier otro en la Antártida y ya lleva más agua a los océanos que el río Rin de Europa.
Por largo tiempo los científicos han observado la formación de icebergs a partir de las barreras de hielo de la Antártida - extensiones de glaciares flotando sobre el mar - pero no han podido sumergirse para ver cuán profunda es la ruptura que permite el acceso de corrientes de agua.
Ahora los científicos buscan aumentar sus investigaciones en la Antártida, a sabiendas de que cualquier leve aceleración del deshielo podría inundar islas bajas en el Pacífico o afectar las defensas costeras de grandes ciudades como Beijing y Nueva York.
La velocidad de movimiento del glaciar Pine Island en la parte occidental de la Antártida se ha acelerado a 3,7 kilómetros por año, en comparación a los 2,4 kilómetros anuales registrados a mediados de la década de 1990.
"Ha tomado a todos por sorpresa", dijo Adrian Jenkins, líder de la misión "Autosub" del Servicio Británico en la Antártida.
El submarino costó varios millones de dólares en ser desarrollado.
"Si haces investigaciones en la parte del hielo que tienes enfrente todo lo que obtienes es una caja negra", sostuvo Jenkins. "Lo que estamos haciendo es observar lo que está dentro de la caja negra", agregó.
La Antártida contiene más del 90 por ciento de la reserva de agua dulce del mundo y podría aumentar los niveles mundiales de mar en 57 metros si se derrite en su totalidad, lo que tomaría miles de años.
El Panel del Clima de Naciones Unidas pronosticó el año pasado que los niveles marítimos se elevarían entre 18 y 19 por ciento para el 2100, a causa del calentamiento global originado por las emisiones de gases de efecto invernadero.
"El glaciar Pine Island y el glaciar junto a él, el Thwaites, se están moviendo más rápido que cualquier otro en la Antártida", dijo Stan Jacobs, un científico de la Universidad de Columbia en Estados Unidos.
"También se están acelerando", afirmó, a bordo de la embarcación estadounidense Nathaniel B. Palmer en Punta Arenas, la zona más austral de Chile, antes de iniciar un viaje de 54 días.
HIELO MAS DELGADO
Pine Island, Thwaites y el glaciar cercano Crosson agregan cada año 0,25 milímetros al año a los niveles marítimos, 2,5 centímetros en un siglo en caso de que el ritmo de deshielo se mantenga.
El Autosub, impulsado por 5.000 baterías del tipo utilizado en linternas, cuenta una velocidad máxima de 3,4 nudos, un alcance de 400 kilómetros y puede sumergirse 1.600 metros. La barrera de hielo del Pine Island tiene un grosor de alrededor de 400 metros en el borde que da hacia el mar de Amundsen.
Otros proyectos de la embarcación de investigación incluyen dispositivos para ser instalados en el lecho marino a fin de monitorear la temperatura del océano, la salinidad y las corrientes durante dos años.
En Pine Island, el adelgazamiento de la plataforma de hielo parece estar vinculado con un cambio en las corrientes oceánicas, que lleva aguas más cálidas y derrite el hielo. Nadie sabe la razón.
En la península antártica más al norte, varias barreras de hielo se han desintegrado en los últimos años, aparentemente por el aumento de la temperatura en el aire en 3 grados centígrados en los últimos 50 años. El fenómeno podría estar relacionado con el calentamiento global.
En buena parte de la Antártida, las temperaturas cambian muy poco.
Cualquiera sean las causas, los glaciares podrían separarse más rápido del continente si las barraras de hielo desaparecen, sumando agua dulce a los océanos y aumentando los niveles marítimos.
"Tenemos que empezar a preocuparnos si el sistema se está acelerando, si el hielo se está moviendo más rápidamente hacia el océano de lo que lo hacía hace 50 años", indicó Jacobs. Los cambios en la dirección de los vientos podrían estar modificando el curso de las corrientes, que obtienen más aguas cálidas de partes profundas del océano.
El submarino, que toma lecturas de sonar y mide la salinidad de las aguas bajo el hielo - el glaciar está compuesto por agua dulce - es el sucesor de una nave perdida al comienzo de una misión similar en el 2005, bajo una barrera al este de la Antártida.
"La gente se sorprende al oír que está impulsado por 5.000 baterías alcalinas", aseveró Steve McPhail del Centro Nacional de Oceanografía de Gran Bretaña, ubicado en Southampton, donde fue desarrollada la nave.
"Esta es la forma más económica de impulsar un submarino como este", explicó. La nave deberá realizar media decena de misiones bajo el hielo y su ruta ha sido programada con anticipación, pero puede maniobrar en casos imprevistos.
McPhail comentó que el submarino es amarillo porque así es más sencillo ubicarlo cuando alcanza la superficie, y señaló que su color "no tiene nada que ver con la canción de los Beatles, ’Yellow Submarine’".