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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 17:18
De acuerdo a la investigación judicial, Samantha Geimer fue acosada por Polanski en la casa de Jack Nicholson, lugar al que acudió para una sesión de fotos.
APLOS ANGELES.- La estadounidense de la que Roman Polanski abusó cuando ella tenía 13 años pidió que se archivara el proceso contra el director de cine, presentando el lunes la correspondiente solicitud ante un tribunal de Los Angeles, informan medios estadounidenses.
El director de nacionalidad francesa, que no viaja a Estados Unidos desde 1977 por temor a acabar en prisión, solicitó en diciembre a las autoridades que suspendieran el proceso en su contra.
En el momento del juicio, Polanski se declaró culpable de haber dormido con la adolescente, a la que había hecho unas fotos para una revista de moda.
Según la acusción, el director dio a la muchacha alcohol y medicamentos y la violó. Antes de que se anunciara la sentencia, huyó de Estados Unidos. Sus abogados opinan que los errores que el juez y la acusación de entonces cometieron justifican la suspensión del caso.
En la actualidad, el director de "Chinatown" está casado con la actriz francesa Emmanuelle Seigner y vive en París.
Por su parte, Geimer, que en la actualidad tiene 45 años, es madre de tres hijos y vive en Hawai con su familia, desea acabar definitivamente con este caso para que la dejen en paz.
Afirma que ha asimilado lo ocurrido y ya no es una víctima menor de edad. No obstante, comenta que sigue sufriendo cuando "detalles que buscan el sensacionalismo" son difundidos por la prensa. Geimer sostiene asimismo que ahora se ve como víctima de la fiscalía, que no quiere dejar el caso en paz.
El Tribunal Superior en Los Angeles ha fijado una vista para el 21 de enero. Si Polanski, tal como lo pide el juez Peter Espinoza, se presenta a la vista, tendrá que contar con una detención.
Geimer dijo el lunes, según medios estadounidenses, que ella comparecerá ante el juez y le pedirá que archive el caso si el director, ahora de 75 años, decide no presentarse.
Ya en 2003, cuando Polanski fue candidato al Oscar por la película "El pianista", Geimer manifestó el deseo de que al director se le permitiera viajar a la gala de los Oscar. Dijo que su obra artística no tenía nada que ver con los hechos ocurridos a fines de los 70, defendiendo así a Polanski.
El director ganó el Oscar al mejor director, pero no acudió a la ceremonia.
