Leaving home

Andrea Tessa fue la mujer que tradujo la letra de la balada “Music” de John Miles y la convirtió en esa canción que sonó cada domingo a las 16:00 horas durante años como tema central del programa de videoclips pop “Más música”: “La música es mi vida / mi forma de soñar / mi tiempo, mi destino / mi alma, mi verdad”. Pero ya existía una huella marcada en la historia temprana de Andrea Tessa, cuando ella escuchaba a los maestros del jazz vocal y Las Vegas. Otra huella suena en este Leaving home, su quinto disco personal y segundo dedicado al cancionero standard. Es lo primero que se escucha ahí, como introducción a todo el álbum. Se llama “Footprints”, que significa “huellas”, una pieza escrita por Wayne Shorter y popularizada por Miles Davis. Andrea Tessa sabe jugar con las melodías y en un tris la convierte en una canción de los Beatles: “She’s leaving home”, que origina el título de este álbum.

Ha sido un proceso natural que las voces chilenas dedicadas al jazz traspasen el cancionero rígido de melodías magistrales firmadas, casi todas, por apellidos como Porter, Gershwin, Kern, Berlin, Rodgers, Hart, y se aventuren a buscar otro tipo de canciones no americanas para reconvertir. Lo han hecho Claudia Acuña, Rossana Saavedra o Juana Rodríguez, que grabaron boleros en lenguaje swing de diversa consideración. También lo hizo esta Andrea Tessa en un repertorio escogido que se grabó de manera fugaz con los músicos norteamericanos que visitaron Chile para tocar en el Hotel Sheraton. Es otra canción latinoamericana incluida en Leaving home, “Piensa en mí”, del compositor mexicano Agustín Lara. Ahí se siente una vena más personal de Tessa definida por el castellano en la letra y que al paso puede convivir con ese otro lado swing de “My foolish heart”, que está cantada en inglés. Tessa alterna tempos rápidos, intermedios y lentos con idiomas variados, inglés, español e italiano. Tiene cancha la cantante chilena. Eso se verifica cuando canta en vivo y sus conciertos son los espectáculos de una entertainer.

El disco mantiene su sistema de sonido fundamental en el trío acústico, cuyo único músico nacional es el baterista Alejandro Espinosa, pero hay duetos recordables con esos músicos norteamericanos a los que Andrea Tessa exprimió cuanto pudo durante sus breves pasos. Art Hirahara es protagónico en todo el repertorio como líder del conjunto, aunque es bueno escucharlo como única companía de la chilena para “What are you doing the rest of your life”, pieza que consigue gran melancolía en su desnudez. Más desnuda aún queda “’Round midnight” en su versión en vivo, cuando Tessa se apoya nada más que en esas líneas del contrabajo de Dave Young, tan justas que construyen la armonía de un modo rítmico y melódico. El último dueto es una combinación de voces y celebración. Kenny Washington vino a Chile como figura de un concierto de recuerdo de los diez años de la muerte de Frank Sinatra y con Andrea Tessa en el papel de su hija Nancy, cantaron juntos en el estudio “Something stupid” como despedida. La cantante juega de local ahora y a esta altura se advierte mucho más resuelta que en ese primer y respetuoso tributo al swing que practicó en 2006 con el disco Tribute.

—Iñigo Díaz