Todos los muertos de Buena Vista Social Club: Cuba sigue de duelo

LA HABANA.- Fue el turno de partir del gran contrabajista de música afrocubana Orlando López. Tenía 76 y falleció anoche producto de una insuficiencia renal como consecuencia de una operación de próstata.

Llevaba el pseudónimo-diminutivo de "Cachaíto", dado que su tío, también contrabajista de la isla, fue conocido en la música como Israel "Cachao" López.

Con ésta ya son seis las muertes de los héroes de la música cubana prerevolucionaria, reactivada desde el famoso e histórico salón de baile Buena Vista Social Club de La Habana, por el cienasta alemán Wim Wenders y el guitarrista y musicólogo norteamericano Ry Cooder.

Los maestros cubanistas

Primero fue Manuel "Puntillita" Licea, cantante nacido en 1927 y fallecido en La Habana en 2000. Le siguió Máximo Francisco Repilado Muñoz, conocido simplemente como Compay Segundo, trovador popular que casi llegó a los cien años de vida. Nació en 1907 y falleció en 2003. Después de incorporarse al colectivo Buena Vista Social Club que llegó a actuar en el Carnegie Hall de Nueva York, grabó maravillosos discos como Calle salud (1999) y Las flores de la vida (2000). En Chile cantó como solista ese mismo año.

Unos meses después de la muerte de Repilado, siguió el grandioso pianista Rubén González, reconocido como uno de los tres más importantes del piano popular en la era clásica de la música cubana. Falleció en La Habana a los 84 años y dejó discos de piano magistrales como Introducig... Rubén González (1997).

El cuarto en la lista es el sonero santiaguero Ibrahim Ferrer, que falleció a los 78 años el 6 de agosto de 2005 en La Habana. Una voz sin par en Cuba. Fue descrito por Ry Cooder el día que lo conoció como el "Nat King Cole cubano". Como solista editó el disco Buena Vista Social Club presents Ibrahim Ferrer (1999).

Finalmente el cantante Pío Leyva murió el 22 de marzo de 2006. Nacido en Morón en 1917 como Wilfredo Pascual, es el autor de la famosa guaracha "El mentiroso". Sólo sobreviven en ese grupo de estrellas, la cantante Omara Portuondo, el guajiro Eliades Ochoa y el laudista Barbarito Torres, además del joven director musical, Juan de Marcos González. 

Quería ser violinista

Responsable del bajo fondo del colectivo Buena Vista Social Club, el cuerpo del contrabajista Cachaíto López se mantiene a estas horas en un velorio masivo. Su funeral aún no tiene fecha porque la familia espera la llegada de sus hijas, que residen en Barcelona (España).

Uno de sus compañeros del Buena Vista Social Club, el trompetista Luis Manuel "Guajiro" Mirabal, declaró a que “para el grupo es una pérdida irreparable. Fue un gran músico, un gran compañero, es una desaparición muy sentida”.

Nacido en La Habana el 2 de febrero de 1933, López creció en el seno de una familia de músicos: su padre, Orestes López, y su tío Israel “Cachao” López se destacaron también como contrabajistas y compositores.

En el documental de Win Wenders, que reproduce la gestación del grupo de músicos cubanos, Cachaíto cuenta que su primer impulso fue aprender el violín, pero como provenía de una familia de contrabajistas le fue impuesto este instrumento. La sangre tira y el tiempo le dio la razón a los López: Cachaíto llegó a ser uno de los más grandes en la música cubana.