''Líneas Muertas'' es un tomo más en la amplia bibliografía escrita por Greg Bear.
La Factoría de Ideas / OcéanoSANTIAGO.- Peter Russell lleva dos años llorando la muerte de una de sus dos hijas gemelas, asesinada cuando tenía sólo diez años. Divorciado, deprimido y con una carrera estancada, Peter sabe que su vida está enfilando hacia un absoluto desastre.
Pero súbitamente surge algo que le ofrece algo de esperanza y un nuevo sentido a su marchita existencia: Trans, un dispositivo de comunicación elegante, portátil e interpersonal, capaz de funcionar a la perfección en cualquier parte del mundo, en cualquier momento.
Esta nueva tecnología opera con una claridad cristalina, sin interferencias ni pérdida de señal, a través de un ancho de banda recién descubierto, capaz de generar una revolución sin precedentes y millones de dólares a sus dueños.
Pero lo que nadie sabe es que ese ancho de banda cruza literalmente fuera de este plano de la realidad. Y que en el fondo es un puente entre nuestra dimensión y el mundo de las almas, lo que acabará de precipitar a Peter Russell hacia un verdadero infierno de locura en que la realidad se desmoronará ante él a cada paso.
Con "Líneas muertas" (La Factoría de Ideas / Océano), el escritor Greg Bear, uno de los autores de ciencia ficción más aclamados en Estados Unidos -galardonado en varias ocasiones con los premios Nébula y Hugo-, se aventura más allá del género que lo ha consagrado. Y con éxito, considerando que en esta ocasión cambió alienígenas, robots y seres humanos del futuro por fantasmas y dimensiones espectrales, pero sin renunciar a su fascinación por la tecnología y sobre todo su impacto en los seres humanos.
A través de "Líneas muertas" el lector se transforma en un verdadero compañero de ruta de Peter Russell, compartiendo con él todo el desconcierto, incredulidad y horror de esta aventura. Un viaje después del cual nadie volverá a ser el mismo.
Bear, traducido a más de doce idiomas, tiene una bibliografía tan impresionante como extensa. De hecho basta mencionar que Bear —junto con Gregory Benford y David Brin, otros dos "monstruos" de la literatura fantástica— fue elegido para continuar la saga de "Fundación", la obra cumbre de Isaac Asimov.