Luego de tres años alejados de los estudios de grabación, la banda oriunda de Oregon trajo su nuevo disco a fines de 2008. Es un lapso considerado largo para los recordadores del pop art que se habían acostumbrado a lanzar material cada muy poco tiempo. Ahora bien, ¿valieron la pena los tres años de espera? absolutamente. ...Earth to The Dandy Warhols... es un disco potente que explora todas las aristas que anteriormente había mostrado la banda. Así es como se puede iniciar un viaje por la música instrumental y por el rock clásico un tanto sesentero, pero también por el sonido oscuro de las raíces alemanas junto al funk, que también suena aquí.
La fusión de estilos de The Dandy Warhols no aparece como desordenada. Al contrario, crea canciones armónicas y algunas contagiosas, como “The world come on”, “Mis amigos” y “Beast of all saints”. Uno de los momentos que llama la atención llega con el segundo tema, “Mision control”, que juega con la voz de Courtney Taylor-Taylor y un oscuro toque industrial. Luego aparece “Welcome to the third world”, que es totalmente diferente y considera al bajo como el principal actor en una verdadera oda al funk.
La banda también recrea el sonido de los '60 en “The legend of the last of the outlaw truckers aka the ballad of sheriff shorty”, que no es tan larga como su nombre, pero sí es muy adhesiva y evocadora del sunshine pop. Algo parecido ocurre con “Valerie Yum”, que incluye voces distorsionadas al final. Al momento de la despedida con “Musee du nougat”, la banda ofrece catorce minutos de una sesión instrumental, aunque de vez en cuando aparece alguna frase que evita la monotonía.
Los Dandy Warhols traen en ...Earth to The Dandy Warhols... un interesante título en su discografía, y que hace lamentar que no aún existiera cuando ellos visitaron Chile en 2007 junto a Chris Cornell. Es probable que no sea posible escucharlo en vivo en algún escenario local, puesto que después de las pifias que les dedicaron los fanáticos de Cornell cuando esa noche tocaba The Dandy Warhols en Espacio Riesco, sería muy raro que quisieran volver a encontrarse con un público al que definieron como “de pésima educación”.
—Francisca González