Un mensaje romántico de principio a fin. Eso es lo que entrega Douglas en su último disco, Más cerca de ti, donde deja atrás la formalidad y la pompa de los boleros que lo hicieron conocido masivamente desde 1998 y se moderniza hacia una serie de baladas de letras simples y totalmente radiables. Lo parte demostrando en el primer sencillo escogido, que además es el que abre el disco: “Junto a mí”. También lo evidencia en el archiconocido éxito de Damien Rice “I can't take my eyes over you”, traducido aquí como “No puedo dejarte de amar” y que es el bonus track de esta colección de canciones románticas.
Primero fue la brasileña Ana Carolina y luego Kalimba. ¿Por qué no podía atreverse a cantarla un chileno? Lo hizo Douglas y la incursión fue plenamente exitosa. El intérprete logra un tema íntimo, emotivo y útil para los románticos no bilingües que se regocijaron con la banda sonora de la película “Closer” (2004). El romanticismo comparte el protagonismo en este disco con otro elemento para considerar: los instrumentos. El piano (en “Mientes”, “El milagro del amor”), y las guitarras eléctricas y acústicas (en “Junto a mí”, “Más cerca de ti”, “Demasiado juntos” y “Dime”, entre otros) contribuyen a la atmósfera nostálgica y emotiva que alcanzan las canciones.
Salvo “Demasiado juntos” y “Dime” (ésta última escrita por el propio Douglas), que caen en el juego de palabras a veces sin sentido y muy propio de Arjona; y “Eternamente juntos”, que sería el himno ideal para una nueva versión de algún programa televisivo de matrimonios (aunque decir “con un beso de amor / nos unimos por siempre tú y yo”, suena a un tanto “pomposo”), la mayoría de los temas son aptos para el karaoke masivo de un concierto y para convertirse en éxitos radiales. También es evidente la calidad vocal de Douglas aquí, un solista que sin reality ni programa de talentos de por medio tiene el mérito de mantenerse vigente por diez años, durante los cuales ha sabido reformularse sin perder su sello de eterno enamorado.
—Ximena Pérez Gallegos