Daniel Alcaíno y Jorge López, una dupla indisoluble y esencial en Canal 13. Tras Yerko Puchento, un relator que parodia a Fernando Solabarrieta es la primera apuesta.
José Alvújar, El MercurioVIÑA DEL MAR.- Risas forzadas parecían brotar en Sergio Lagos y Raquel Argandoña en "La Movida", durante los primeros días de previa festivalera: El nuevo personaje de Daniel Alcaíno, Juan Manuel Delirante, un relator deportivo que parodia a Fernando Solabarrieta, no lograba tomar altura, y no hacía más que acrecentar el fantasma de Yerko Puchento en el programa.
El mismo actor que dio vida al bronceado reportero de farándula lamentaba la ausencia de su lenguaraz criatura en los días previos al certamen, al que se refirió como el hábitat natural de Yerko, quien no pudo estar nuevamente en el vespertino festivalero de Canal 13 por decisión de los propios ejecutivos de la estación.
Jorge López, el libretista de cuya cabeza nació el personaje, también lamenta la ausencia, pero la mira con optimismo, como la oportunidad de probar nuevas cosas y ver si existe vida después de Puchento. "Es indudable que éste es el escenario propicio para Yerko. Es su casa, su hábitat, están todos los rostros reunidos. Pero las condiciones fueron que hiciéramos algo distinto y también lo hemos pasado bien. Feliz habría preferido que estuviera Yerko acá, pero si hay que hacer otra cosa, también la hacemos con cariño", afirma.
-¿Cómo tomaste la decisión del canal, de ausentar a Yerko de este Festival?
-No fue algo de un comunicado, fueron conversaciones largas, nos hemos juntado, conversado, se me explicó, me dieron razones, se me invitó a buscar una alternativa. Y si fue una decisión difícil de aceptar para nosotros, también fue difícil de tomar para ellos.
-¿Podría ser éste el fin del personaje en televisión, o él puede volver a pantalla en algún minuto?
-Él tiene una vida en teatro, acabamos de terminar una gira por todos los casinos, pero en pantalla no me cierro a que pueda volver en algún momento a otro programa. Ahora no está en "La Movida", tal vez fue también el momento de probar otra cosa en un programa diario. Estuvimos un año y medio en teatro, así es que también fue oportunidad de probar algo nuevo, pero no buscando un reemplazo. Dentro de eso, pueden cohabitar y Yerko puede volver.
-¿Y cómo llegan al personaje de Juan Manuel Delirante?
-Creo que responde al fenómeno del fútbol, que empezó a prender de nuevo, con Solabarrieta tomando figuración y con un estilo que lo hace único, como en su momento pasó con Carlos Tejos o con Iván Zamorano. La imagen es la de un gallo que no puede conversar con nadie, sólo puede relatar, y lo hace desde un patriotismo, una siutiquería y una exacerbación... le preguntas la hora y se pone ceremonioso y relamido. Es el nacionalismo extremo, y yo creo que Solabarrieta es un personaje que lo representa bien.
-¿Estás satisfecho con lo que el personaje ha mostrado hasta ahora en "La Movida"?
-Si pienso en lo primero que hizo Yerko, que mostraba fotos, y que después de un año hizo notas de los recitales, y después de otro año se reía de la ropa... Juan Manuel Delirante es un personaje en construcción, tiene que desarrollarse, nadie sabe dónde puede terminar. Los personajes tienen que desarrollarse. Hay que ver la curva de Yerko, las fotos que mostraba al principio eran una lata. Es un proceso, hay que empezar a pasarlo bien, improvisar un poco más.
-Y así como Yerko Puchento o Peter Veneno, ¿crees que este personaje pueda tener perdurabilidad?
-Eso no siempre depende de los personajes, depende de que haya programas que estén al servicio del humor, como en su momento lo fueron "Venga conmigo" o "Viva el lunes". O los estelares clásicos. En la medida que existan esos programas pueden seguir adelante. Si no, si es que la mano en televisión no va por ese tipo de programas, puede que no. Nosotros hacemos el personaje por hacerlo, disfrutarlo y descubrirlo acá. Si después surge dónde seguir, fantástico.
-¿Es posible que Yerko tenga aunque sea una aparición en "La Movida", como parece ser lo que muchos piden?
-No, no va a estar. Porque una no es ninguna, si está una vez, se amarra a los escenarios, a los sillones y no lo sacamos ni con los pacos.