Manpoval: "En cinco minutos tenemos que tener a la gente de parte nuestra"

VIÑA DEL MAR.- Hay lugares comunes en torno al Festival de Viña a los que los artistas suelen echar mano en las horas previas a sus presentaciones: Que es un sueño, un orgullo, que es un escenario muy importante, etc. Pero pocos tienen tantas razones para usar esos clichés como los humoristas, cuya historia en la Quinta Vergara no puede llevarlos más que a ver ese escenario con particular respeto.

Manpoval no escapa a ello, por eso su director y guitarrista, Marcelo Poblete, dice llegar a la presentación del jueves 26 "con los temores propios de cualquier artista que se suba a un escenario tan importante. Es cierto que en nuestros años de carrera logramos un dominio y una confianza firme, pero la adrenalina y todo lo que pasa en un lugar así, ojalá no juegue en contra. El nervio está, pero la gente nos quiere mucho, nos va a apoyar y vamos a salir con una rutina probada, honesta".

-¿Crees que están lo suficientemente metidos en la gente, que ya conoce su humor?
-Creo que vamos a Viña a consolidar el conocimiento público. Hay gente que no nos ubica todavía, nosotros no hemos sido muy mediáticos tampoco, somos cabros de familia, no generamos polémicas. Todo lo que hemos conseguido ha sido por méritos.

-Su humor es menos inmediatista, requiere un poco más de atención, ¿crees que eso pueda afectar?
-Nosotros planteamos una rutina que es de show en vivo, de fogata, donde la gente va a cantar, pero es muy rápida, muy ágil. Va a haber canciones, pero vamos a estar con películas renovadas, payas... No somos cuenta-chistes, pero sí adornamos las canciones con cosas entretenidas. Nuestra rutina apunta a que sea todo rápido, vamos a ir a Viña a pegar el primer combo, en los primeros cinco minutos tenemos que tener a la gente de parte nuestra. No vamos a hacer un proceso, a ver cómo está el público. En los primeros minutos vamos a pegar tres combos seguidos. Luego, vamos a ser una metralleta para tirar tallas.

-¿Y qué tipo de cosas mostrarán?
-Los actos, "no es lo mismo, pero es igual", un tema nuevo que se llama "Vamos a reír", y vamos a jugar con el inconciente del público, para hacerlos reír con cosas que les suceden a cada uno. Y vamos con un tema nuevo que es muy bueno, se llama "El completero", sobre cómo se hace un completo. Nosotros somos los que en un carrete llevan la guitarra y ordenan un poco el desorden. Queremos que la gente se desordene, se exprese, que haga lo que quiera.

-Eso ha sido peligroso en algunos casos...
-Sí, pero no hablo en ese sentido... Queremos entregarle a la gente las herramientas para que se divierta.

-A los humoristas históricos la Quinta suele esperarlos para reírse, pero a los que no lo son los esperan para ver si se los devoran o no. ¿Cómo se enfrentan a eso?
-Ése es el morbo que hay con el humor. Y lo he sentido. Uno no le puede gustar a todo el mundo. Nosotros trabajamos bien, pero hay gente a la que no le gusta Manpoval por cómo hacemos los arreglos de los temas, otra gente pesca el humor. No esperamos que la gente nos reciba mal. No somos estrellas. Las estrellas están en el cielo, nosotros somos humildes mortales que se van a parar en el escenario con una propuesta honesta, pero muy completa y trabajada para lo que se merece el público de la Quinta Vergara y el Festival.

-¿Pero tienen plan de contingencia por si suenan pifias?
-Eso te lo da el manejo musical, la guitarra te abre muchas puertas. Uno tiene que ir preparado para todo, pero hay que ser positivos, por algo estamos ahí. No creo que la gente esté tan equivocada, no creo que nos lleven para que seamos carne de cañón.

-En todo caso, la historia dice que no hay que preguntarle al público si quieren cantar. A otros les ha dado muy malos resultados.
-Noooo... Si haces eso, ya cacharon que tu rutina se fue a las pailas y que no tienes cómo salir adelante.