Un visitante se pasea por delante del cuadro ''The Despair of Pierrot'' del pintor belga James Ensor, de 1892.
AP
PARIS.- La subasta del siglo de las piezas de arte del fallecido modisto Yves Saint Laurent enfrentó con éxito todos los desafíos: pese a la crisis financiera y la disputa con China por unas esculturas de bronce, la venta rompió con más de 373,5 millones de euros (475 millones de dólares) el récord mundial para una colección privada, y recaudó más que ninguna otra en un remate en Europa.
La casa Christie’s habló de un evento histórico. "La calidad no conoce de crisis financieras", afirmó Pierre Bergé, compañero sentimental de Saint Laurent y que reunió junto con él durante 50 años las 730 piezas de la colección, hasta la muerte de éste en agosto de 2008.
"Todos me recomendaban no subastar debido a la crisis", dijo el empresario después de los tres días de remate en el Grand Palais de París. Por ello aceptó realizar la venta incluso sin las garantías de la casa británica, que había tasado la totalidad en 300 millones de euros.
En la subasta sin precedentes, que se realizó de lunes a miércoles, se sucedió un récord tras otro: una obra de Henri Matisse se vendió por 35,9 millones de euros (45,8 millones de dólares), un precio nunca alcanzado por un cuadro del maestro francés. La figura de madera "Madame L.R", de Constantin Brancusi, tasada en un máximo de 20 millones de euros, cambió de dueño por 29,1 millones de euros (37,2 millones de dólares).
La lista es larga, pues según Christie’s hubo 12 récords en los tres días. Entre las piezas más caras estuvieron las dos cabezas de bronce chinas que representan animales del zodíaco, del siglo XVIII y centro de una polémica con Pekín, que exigía su devolución. Al final fueron vendidas por 28 millones de euros (36 millones de dólares) a un oferente telefónico anónimo.
China intentó evitar la subasta, pero un juez de París la autorizó. Ahora ha anunciado sanciones en su territorio contra Christie’s, que será sometida a controles mucho más estrictos. El gobierno chino exige la devolución de las cabezas de conejo y rata porque fueron robadas hace 150 años del Palacio de Verano de Beijing.
Christie’s insiste en que se trató de una venta legal. En Francia creen que los motivos políticos no son ajenos a la polémica, porque desde las masivas protestas al paso de la antorcha olímpica por París el año pasado y el apoyo al Dalai Lama las relaciones entre ambos países son tensas. Pierre Bergé alimentó el debate al ofrecer a China devolverle las piezas a cambio de la liberación del Tíbet y el respeto a los derechos humanos.
"He demostrado que es posible vender arte en París, y no sólo en Londres o Nueva York", dijo Bergé en una conferencia de prensa tras la subasta, a la que acudieron coleccionistas de todo el mundo.
Según Christie’s, el 30 por ciento de los compradores eran estadounidenses, y el 70 por ciento restante de Europa, de ellos un 12 por ciento de Francia. Con lo recaudado Bergé administrará la herencia de Yves Saint Laurent y apoyará la fundación de ambos de lucha contra el sida.