VIÑA DEL MAR.- Si alguna vez Viña tuvo ceremonias de premiación a sus competencias cargadas de emotividad, con antorchas encendidas y el público camiseteado con un tema, en los últimos tiempos cada año la televisión se las arregla para esto parezca más un trámite.
Esta vez la frialdad ambiente se vio complementada de forma elocuente por el corte de la transmisión televisiva, que con la chilena Camila Méndez aún cantando la ganadora "Cuecas al Sol" optó simplemente por ir a comerciales.
Pero como éste es cuento añejo, los ganadores se lo tomaron de forma casi positiva. "Ni un rollo", dice Isabel Parra. Su hija, Tita, incluso dice que el "corte estuvo bueno, justo, porque son dos patas de cueca. La otra queda pendiente para el otro año".
Es que ya nadie se sorprende, como tampoco del lugar secundario que hace largas temporadas ocupan las competencias y que los ganadores suelen reclamar. "Es un problema histórico del Festival", dijo de forma sencilla y clara Isabel Parra.
A tanto llegó su mirada propositiva que incluso proponen una reforma. "Esto no es folclor, esto es canción de raíz folclórica. Estas canciones las compusimos en el día de hoy, mañana o ayer... El folclor está en el campo, en la recopilación de Violeta Parra o Margot Loyola. Nosotros lo conocemos y a partir de ahí creamos", dice, celebrando la ampliación de la competencia al continente.
Por esa misma razón es que se mostraron contentos y satisfechos con la obtención de la Lira de Oro y las gaviotas de plata. "Para nosotros es muy importante, porque Chile reconoce a sus artistas. Es muy lindo que todo este trabajo sea reconocido por el público", aseguró Tita Parra, quien destacó del Festival y del estado artístico actual que "es la primera vez que está tan abierto a la música de raíz chilena. Se terminó el estereotipo del folclor, ahora es más abierto, más relajado, y eso es maravilloso".