BEIRUT.- La censura se ha convertido en un tema de debate en el Líbano con la prohibición de la película "Help", del director Marc Abi Rached, donde se trata de forma explícita el sexo, la prostitución y la homosexualidad.
"Help", primer largometraje del libanés Rached, cuenta la historia de un adolescente, Ali, que vive en un furgón y cuya vida cambia radicalmente tras su encuentro con Zuraya, una joven prostituta, que vive con un homosexual y cuyas relaciones se transforman en un trío.
La película, que obtuvo autorización en el 2007 del Ministerio del Interior para ser rodada y en el 2008 para ser presentada en las salas de cine, fue preestrenada en febrero pasado, pero se le retiró la licencia tres días antes de su proyección.
El director señaló que "lo que hicieron es inmoral, ilegal, nada justifica que hayan revocado una licencia concedida por el Ministerio del Interior, sobre todo porque se actuó en conformidad con la ley", sostuvo.
Según el realizador, la película sólo muestra "los senos de la actriz durante dos segundos, nada explícito, todo insinuado", aunque se ven algunas escenas de sexo.
"Me autocensuré, sé donde vivimos -aseguró Rached-. Es absurdo que el gusto de una persona predomine sobre la ley y la cultura".
Sin embargo, el director no piensa quedarse de brazos cruzados y advirtió de que como último recurso se dirigirá a la Justicia. "Sé que llevará mucho tiempo y que algún día ganaremos", comentó.
La censura en el Líbano está a cargo de la Seguridad Nacional, pero el Centro Católico de Información, el Dar el Fatua (suní) y el Consejo Superior chií ejercen presión para imponer sus puntos de vista.
Por lo pronto, Rached ha recibido varias amenazas a través de internet de "extremistas que ni siquiera vieron la película" y las presiones son tales que hace dos noches estaba en un programa de televisión en directo y éste fue suspendido.
Antes de "Help", también fue censurada la película de animación iraní "Persépolis", que al final fue exhibida en los cines por el gran revuelo causado y el apoyo del ministro de Información Tarek Mitri, quien defendió que la censura no tiene cabida en los tiempos actuales porque todo está al alcance gracias a internet.
En el Líbano puede encontrarse cualquier película, inclusive las prohibidas, en DVD pirateados por un valor que varía entre uno y tres dólares.
La censura para prohibir un disco, periódico, revista, canción, película o cualquier documento se aplica cuando se considera que es perjudicial para la moral, atenta contra una personalidad o país amigo o provoca disensiones en un país donde cohabitan dieciocho comunidades religiosas.