Todo tiene que ser fácil de llevar y de combinar. El lema es ''bien vestida, pero sin sobresalir demasiado''.
EFEPARIS.- La placidez entra en el guardarropa: un look sencillo y a la vez super elegante caracteriza las principales colecciones de la semana de la moda pret-a-porter de París otoño/invierno 2009/10.
Lo demasiado "loco", artístico o torcido no tiene espacio entre los que marcan tendencia en el mundo de la moda, que necesita voces claras contra la crisis. Vestidos de día en gris bien cortados, abrigos con cinturones en tonos camello, pantalones de bella caída, blusas sencillas como camisetas y el siempre presente color negro son elementos clave de la vestimenta femenina para la próxima temporada.
Todo tiene que ser fácil de llevar y de combinar. El lema es "bien vestida, pero sin sobresalir demasiado".
El diseñador de Yves Saint Laurent, Stefano Pilati, fue quien llevó la idea a su máxima expresión en la noche del lunes. Comenzó con chaquetas y abrigos de cuero negros del estilo de los motociclistas con pantalones amplios de franela.
Luego le siguieron abrigos o trajes de finas rayas con hombros ligeramente subrayados y faldas tubo hasta las rodillas, combinados con blusas blancas destellantes arremangadas o vestidos rectos en tonos marrones y grises. Las telas eran en todos los casos suaves y ligeras, los diseños de gran finura. Incluso los abrigos de plumas de Pilati no eran bastos ni deportivos, sino adecuados para una salida nocturna.
Esta mañana también Karl Lagerfeld impuso para Chanel una línea básica relativamente sencilla, aunque la decoró con todo tipo de detalles de la historia de la moda. Por ejemplo vestidos negros estrechos que acababan diez centímetros por encima de la rodilla con puntillas color crema, con dobladillos tejidos o que llevaban flores de cuero en la muñeca.
Algunos mostraban escotes intensos hasta el ombligo. Junto a ello mostró trajes de cuero tipo "Gatúbela" con estampados abstractos, pantalones anchos y vestidos de noche negros plisados por debajo de la cadera. Los bolsos se llevaban en la espalda como mochilas o iban dentro de una bolsa transparente transportable.
Stella McCartney se distanció un poco de la placidez. Desde hace mucho tiempo la diseñadora británica se esfuerza por combinar ropa ponible con flexibilidad, elegancia y femineidad. En su colección combinó elementos femeninos y masculinos, blusas suaves de seda lavada con pantalones grises de hombre de corte en la cadera, minifaldas con estampado de "pied-de-poule" y amplios impermeables. Muchos de los diseños estaban adornados con puntillas negras y para la noche los trajes estilo lingerie resultaron muy seductores.
El dúo holandés Viktor & Rolf mostró a su vez el arte del drapeado. Los abrigos en color piedra o marrón tabaco daban una impresión un poco tiesa, mientras que los vestidos con formas curvas de capas de satén recordaban a cortinas. Fueron más convincentes los modelos en azul pálido de seda con detalles delicados como botones forrados o conjuntos de túnica y pantalón con formas levemente onduladas.